Wednesday, May 23, 2012

EL FUTURO DE LA ARGENTINA SE JUEGA EN ... WENZHOU
"...we can't pay it back" — Zheng Chen'ai

AM | @agumack

La crisis del euro, las elecciones en Grecia y el semi-fracaso de Facebook en Wall Street son algunos de los motivos utilizados por analistas/lectores de diarios para explicar las bajas en los mercados financieros. Los lectores de Contrapesos saben que hay algo mucho más profundo: el 'crash' de la liquidez dolarizada global, la poción mágica de los gobiernos populistas [ver]. Nadie habla de tema, y sin embargo es lo que explica la baja simultánea de los activos de riesgo, los movimientos en las tasas de interés de largo plazo (incluido el riesgo-país de la Argentina), la apreciación del dólar en el mundo (incluido el dólar blue), y la tremenda baja en el precio de los commodities [ver].

Más allá de cuestiones cíclicas referidas a la política monetaria de los principales bancos centrales, lo que explica el colapso de la liquidez dolarizada global es el agotamiento estructural del esquema de Bretton Woods II [ver]. La crisis de Lehman Brothers llegó 40 años después de la crisis del dólar de 1968, que señalaba el inminente final del primer Bretton Woods. El esquema 'tiró' tres años más; de manera notable, lo mismo sucedió entre 2008 y 2011: el estímulo monetario global prolongó la vida del sistema. Pero estoy convencido de que no va más. Y no es por capricho: es porque así lo indica la impresionante contracción en el stock de custody holdings — los Treasuries de bancos centrales 'extranjeros' custodiados por la Reserva Federal [ver].

¿Porqué Wenzhou?
Wenzhou es una ciudad china pionera en entrepreneurship. Allí se está llevando adelante un proyecto para desregular, en pequeña escala, el sistema financiero, actualmente dominado por tres grandes bancos directamente controlados por el gobierno (por algo se los llama policy banks). Más que de crédito, en este caso estamos hablando de transferencias a grupos de ... amigos. El capital llega a cuenta-gotas a las PyMEs, que generan el 80% del empleo, el 65% del PBI y el 50% de los ingresos impositivos. La idea del gobierno es permitir a Wenzhou crear un sistema financiero desregulado para que el crédito fluya precisamente a las PyMEs. ¡Brillante! Pero hay un problema, bien relatado por Simon Rabinovitch en el Financial Times de hoy:

Such borrowing comes at a cost, however. Interest rates charged by private lenders are far higher than at banks, sometimes 10 times higher. Annualised rates can reach 60 per cent. Zheng Chen'ai, head of Wenzhou's clothing factory association, says his biggest problem is high rates. "It's not that we can't borrow money. It's that we can't pay it back. Some entrepreneurs unable to pay their debts went into hiding; a few even lept off buildings (*).

¡Sesenta por ciento de interés! Ahí está, en una palabra, el problema de Wenzhou y de ... la Argentina. Ante las claras señales de agotamiento financiero de los consumidores occidentales —y ante la dificultad de seguir estimulando la economía por medio de proyectos de infraestructura cada vez menos útiles—, China tiene que graduarse de periferia exportadora a centro de innovación. ¡Pero no hay crédito! El Sr. Rabinovitch cita a Li Jia, dueña de una compañía que ofrece garantías a prestamistas: "We have not issued a single guarantee this year. Our sole focus is on trying not to lose money".

* * *

A estas alturas, el problema queda planteado de manera perfectamente clara. ¿Logrará China bajar el costo del capital para permitir el despegue de innovación necesario para su transformación económica? Aquí es donde el enfoque que defendemos en Contrapesos puede ser de cierta utilidad. La oferta de crédito, como decía el brillante economista napolitano Ferdinando Galiani, depende más de la dolcezza del governo y de la calidad del sistema judicial que de la cantidad de dinero [ver]. La crisis política en torno a la destitución de Bo Xilai, ampliamente debatida en el blog [ver], muestra que el sistema judicial sigue siendo, en gran medida, un instrumento para el robo de propiedad.

Así no habrá crédito a los emprendedores chinos. Así no se recuperará la economía mundial. Así se agotará la poción mágica del populismo argentino.

(*) Simon Rabinovitch: "China's lending laboratory", Financial Times, 23 de mayo de 2012. Ver, sobre este punto, nuestra entrada "China y el costo del crédito: la verdad verdadera".
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1 comment:

  1. Estimado Agustín, no estás cumpliendo con tus lectores cuando prometiste hacer un resumen que explicara el índice de liquidez dolarizada... cordialmente.

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