AM | @agumack
"...a real effect on the military prospects of a superior state." — Robert Pape
Recuerdo con placer las clases de International Political Economy (IPE) que tuve la oportunidad de dar en la Universidad de Leiden (Holanda) entre 2006 y 2011. En la primera sesión siempre debatíamos las tres grandes corrientes de IPE: realismo, liberalismo, marxismo. Los eventos de estos días marcan el espectacular retorno del realismo, de la mano del presidente ruso Vladimir Putin. El punto saliente del realismo es la noción de balance of power entre naciones. Esta idea figura, por primera vez en un documento diplomático, en los acuerdos por la paz de Utrecht en 1713.
"...a real effect on the military prospects of a superior state." — Robert Pape
Recuerdo con placer las clases de International Political Economy (IPE) que tuve la oportunidad de dar en la Universidad de Leiden (Holanda) entre 2006 y 2011. En la primera sesión siempre debatíamos las tres grandes corrientes de IPE: realismo, liberalismo, marxismo. Los eventos de estos días marcan el espectacular retorno del realismo, de la mano del presidente ruso Vladimir Putin. El punto saliente del realismo es la noción de balance of power entre naciones. Esta idea figura, por primera vez en un documento diplomático, en los acuerdos por la paz de Utrecht en 1713.
* * *
Afortunadamente, lo que estamos viendo hoy es mucho menos grave que los acontecimientos previos a la Guerra por la Sucesión de España, acaso la verdadera Primera Guerra Mundial. El 'balanceo' hoy en día no se hace por medios militares, sino por medios diplomáticos, comerciales, financieros, etc. Por eso lo llamamos 'soft balancing' (*). Pero soft no significa irrelevante: se trata de debilitar materialmente al adversario/enemigo. Desde este punto de vista, Rusia, por un lado, la Unión Europea y los Estados Unidos, por el otro, están intercambiando iniciativas de soft balancing cada vez más contundentes.
Anoche, por ejemplo, detecté la mayor caída jamás observada en el stock de custody holdings en la Reserva Federal [ver]. Empecé a mandar tuits en todas direcciones. Me contestó Ambrose Evans-Pritchard, el conocido columnista de The Telegraph. Ambos coincidimos: ¡fuga de capitales de Rusia! Pero esta mañana, Pawel Morski —analista-tuitero muy interesante— ofrecía una hipótesis menos alarmista: Rusia está cambiando la jurisdicción de sus reservas internacionales por temor a un embargo.
¡Soft-balancing en vivo y en directo!
Estas iniciativas se extenderán seguramente en los próximos días: ¿Podrá OAO Rofsnet comprar la unidad de 'trading' de energía de Morgan Stanley? ¿Habrá más arrestos de 'oligarcas' ucranianos vinculados al ex-presidente Yanukovich? ¿Cómo se desarrollará el referendum en Crimea? Sea cual fuera el resultado de estas movidas (y de muchas otras posibles), la reciente suba de tasas de interés de corto y largo plazo en Moscú pone de relieve la principal falla de los 'realistas': fascinados por el equilibrio de poderes entre naciones, desprecian en equilibrio de poderes dentro de sus países — Napoleón, Metternich, DeGaulle, Nixon, Putin, etc.
Ahí reside su enorme debilidad. ¡Es la venganza del liberalismo!
(*) Ver International Security, Vol. 30, issue 1, 2005. Tres artículos relevantes: (1) Robert Pape: "Soft Balancing against the United States". Extracto: “Although soft balancing relies on nonmilitary tools, it aims to have a real, if indirect, effect on the military prospects of a superior state. Mechanisms of soft balancing include territorial denial, entangling diplomacy, economic strengthening, and signaling of resolve to participate in a balancing coalition. All of these steps can weaken the military power that the superior state can bring to bear in battle”; (2) T. V. Paul: “Soft Balancing in the Age of US Primacy”; (3) Stephen Brooks: “Hard Times for Soft Balancing”.
_________________
No comments:
Post a Comment