Sunday, August 8, 2021

TRES DE CONTRAPESOS

AM | @agumack

"Checks and balances are our only security" — John Adams

[1] Hedwig Richter. La historiadora alemana no necesita presentación para los lectores de Contrapesos. En febrero de este año publiqué una reseña de su historia de la democracia alemana bajo el título "Democracy: a bold approach—feminist, pro-capitalist and pro-checks & balances". La situación de las mujeres, afirma Richter, nunca es mejor que bajo un régimen democrático con robustos frenos y contrapesos institucionales y una economía capitalista de libre mercado. Basta dar una mirada a la situación de las mujeres en Europa del Norte, Canadá y Nueva Zelanda —y luego comparar con Asia, América Latina y África— para comprobarlo.  

Un punto central del libro es la importancia de las Einschränkungen o limitaciones al poder político típicas del constitucionalismo alemán [ver]. En ausencia de limitaciones, la propia democracia peligra. En el escalofriante capítulo sobre el nazismo, Hedwig Richter muestra hasta qué punto los nazis estaban convencidos de actuar como la expresión más 'pura' de la democracia. Para hacer frente a estos riesgos, la constitución alemana de 1949 establece explícitamente la supremacía del Estado de Derecho, a su vez basada en la noción de Menschenwürde (dignidad humana), en detrimento de la soberanía del pueblo, asunto abordado solamente en el artículo 20, lejos después de los derechos individuales.

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En esta entrevista para la revista Geo Epoche (*), la Prof. Richter nos recuerda que las democracias son siempre vulnerables frente a las crisis, terreno propicio para la entrada en escena de demagogos: « Demokratien sind immer in der Krise, das gehört zu ihnen dazu [...] Die Geschichte der Demokratie war niemals bloss die strahlende Geschichte des Westens, als die manche sie sich vorstellen. » La solución consiste en permitir a los representantes del pueblo colaborar con expertos —hoy diríamos, el elemento 'meritocrático' de la sociedad, personificado entre otros por los miembros de la Corte Constitucional y los economistas del banco central independiente— para 'domesticar' (zähmen) las mayorías y salvar a la democracia de sí misma.

(*) Matthias Messenhöller & Samuel Rieth: "Warum Krisen zur Demokratie gehören", Geo Epoche, No. 156, 2021.
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[2] Chumocracy. La democracia liberal está, como bien señala la Dra. Richter, siempre amenazada. En el caso del Reino Unido el peligro parece venir del lado 'aristocrático-meritocrático', totalmente fuera de control. Hace un par de años, The Economist propuso la expresión 'Chumocracy' (los amigos al mando) para describir el liderazgo político del Reino Unido: "Britain is governed by a self-involved clique that rewards group membership above competence and self-confidence above expertise [...] The new political class is devoid of self-restraint ... they'll disregard rules to get more power as Brussels-inspired restraints evaporate" (*). Las últimas revelaciones del Financial Times parecen confirmar esta percepción.

Comentando los favores a contratistas que contribuyen a las finanzas del Partido Conservador, Bronwen Madox, directora del Institute for Government, propone: "Transparency about the process of appointments is one remedy. There also need to be clearer rules on lobbying. Party funding and the entire honours system need an overhaul" (†). Nunca estuvo más actual la advertencia de John Adams: en ausencia de robustos contrapesos, siempre habrá 'aristócratas naturales' —hoy diríamos: élites— que intentarán gobernar como oligarcas. Otra prueba de la importancia de la libertad de prensa, criterio incluido en nuestro Índice de Contrapesos Institucionales [ver].

(*) Bagehot: "The elite that failed", The Economist, diciembre de 2018. (†) Bronwen Maddox: "When cronyism becomes corruption", Financial Times, 6 de agosto de 2021.
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[3] Polonia. Finalmente, Jaroslaw Kaczynski, el líder del partido 'Derecho y Justicia', —y también líder de facto del país— anuncia que desmantelará la agencia creada para disciplinar a los jueces (*). El anuncio responde al fallo ("Judgement of the Court") de la European Court of Justice del 16 de julio:

... by failing to guarantee the independence and impartiality of the Izba Dyscyplinarna (Disciplinary Chamber) [and] by conferring on the President of the Disciplinary Chamber the discretionary power to designate the disciplinary tribunal with jurisdiction at first instance in cases concerning judges of the ordinary courts and, therefore, by failing to guarantee that disciplinary cases are examined by a tribunal ‘established by law’ [...]

[and] by conferring on the Minister for Justice the power to appoint a Disciplinary Officer of the Minister for Justice [and] by allowing the right of courts and tribunals to submit requests for a preliminary ruling to the Court of Justice of the European Union to be restricted by the possibility of triggering disciplinary proceedings, the Republic of Poland has failed to fulfil its obligations under the second and third paragraphs of Article 267 TFEU.

Bastante claro, aún para no abogados como yo: la 'Cámara Disciplinaria' contradice el principio de independencia judicial y la ley de la Unión Europea. Si los pasos para desmantelar la agencia no son presentados antes del 16 de agosto, Polonia podría enfrentar sanciones financieras. La presión está funcionado. Los contrapesos actúan. ¡Vamos Europa!

(*) James Schotter: "Poland to change contested judicial disciplinary regime", Financial Times, 7 de agosto 2021.
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