"Checks and balances are our only security" — John Adams
[1] Sorteo. En una reciente entrada sobre un artículo de Ignacio Fernández de Senespleda [ver], mencioné la idea, expresada por Aristóteles (Política 1294b), según la cual la elección es un principio oligárquico y el sorteo un principio democrático. La idea, naturalmente, choca con nuestra cultura política que establece una identidad absoluta entre democracia y elecciones. Pero 'democracia', en el sentido original de δημοκρατία, es 'el pueblo al mando'—no la elección. ¿Dónde manda más el pueblo? ¿En Argentina? ¿O en países con sólidos contrapesos institucionales que ayudan, precisamente, a frenar el alcance arrollador del oligárquico principio electivo?
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Al final de la entrada coloqué algunas referencias sobre el carácter democrático del sorteo. Una de estas referencias es el breve artículo de Paul Cartledge, dedicado al sorteo o sortition, κλῆρος (klêros). (*). El Prof. Cartledge publicó recientemente una 'biografía' de la democracia: Democracy. A Life (Oxford University Press, 2016). Vale la pena leer el pequeño artículo (y el libro también, seguramente):
We today take the exercise of voting in either general or local elections to be the very quintessence of what it is to do ‘democracy.’ The ancient Greeks took the exact opposite view: elections were elitist and for the nobs, appropriate more for oligarchy (the rule of the few rich) than for democracy (the rule of the masses, most of whom were poor), whereas sortition, the lot, was the peculiarly democratic way of selecting most office-holders and all juror-judges to serve in the People’s jury-courts.
The watchwords of ancient Greek democracy were freedom and equality. The use of sortition provided the greatest freedom of action to encourage all qualified citizens to volunteer for important public political positions knowing that the process of selection was random, that it presupposed equality of both opportunity and outcome, that it fostered participation and, perhaps above all, that it recognized and engendered in all citizens in principle a sense of their equal worth, what the Greeks called timē or ‘honour’.
El final es espectacular. Ni siquiera los atenienses, concluye el Prof. Cartledge, creían que era conveniente cubrir todos los puestos del gobierno por sorteo. (Y los que sí eran sorteados estaban sujetos a estrictos mecanismos de rendición de cuentas). Por razones de "severo pragmatismo", los demócratas griegos consideraban que la administración de las finanzas era una tarea demasiado importante para dejarla en manos de individuos elegidos al azar, y fácilmente corruptibles. Brillante.
(*) Paul Cartledge: "And the lot fell on ... Sortition in Ancient Greek democratic theory and practice", Oxford University Press blog, marzo 2016.
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[2] Argentina. Viendo por Twitter entrevistas a líderes improvisados de la policía de la provincia de Buenos Aires, destaco dos mensajes: (1) los sueldos son ridículamente bajos; (2) la liberación de Lázaro Baez fue uno de los factores (*). ¿No será momento de sacar conclusiones? ¿No está perfectamente claro que la ausencia de independencia judicial destruye el salario? La evidencia es abrumadora. El mecanismo a través del cual esto sucede era bien conocido por economistas y filósofos del siglo XVIII: Montesquieu, Ferdinando Galiani [ver], Necker [ver] y Adam Smith [ver], pero también Denis Diderot [ver] y tantos otros. La ausencia de independencia judicial genera inseguridad sobre la vida, la libertad y las posesiones. Así las cosas, la oferta de crédito se contrae de manera perfectamente natural. "Le despotisme naturalise l'usure", escribe de manera genial Montesquieu. El alto costo del capital hace inviable la inversión productiva—a menos que colapse el costo laboral. Elemental. Sin embargo, el 99.99% de los economistas modernos no lo admite. Eppur si muove.
(*) Mariano González: "La bonaerense reconoce que la 'libertad' de Lázaro Báez fue uno de los motivos de la protesta"
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[3] Camarada Duch. Murió Kaing Guek Eav, alias 'camarada Duch', responsable de atrocidades en la cárcel S-21 en Phnom Penh durante la dictadura del Khmer Rouge, entre 1975 y 1979. Como parte del exterminio de un cuarto de la población (1.7 millones), la cárcel S-21 recibió cerca de 21 mil 'miembros de la clase explotadora'. Muchos fueron torturados y/o mandados a los 'campos de la muerte' cerca de Phnom Penh. Aplastaban la cabeza de los bebés. Comunismo. Socialismo. Capitalismo. Liberalismo. Imperialismo. Maoismo. Estalinismo. No es lo relevante. Lo relevante es la ausencia de contrapesos institucionales, es decir, el monopolio del poder soberano, cualquiera sea su principio. El 13 de noviembre de 1813, John Adams se lo explica a Thomas Jefferson: "The fundamental Article of my political Creed is, that Despotism, or unlimited Sovereignty, or absolute Power is the Same in a Majority of a popular Assembly, an Aristocratical Counsel, an Oligarchical Junto and a Single Emperor. Equally arbitrary cruel bloody and in every respect, diabolical."
(*) John Reed: "Comrade Duch, war criminal, 1942-2020", Financial Times, 5-6 de septiembre de 2020.
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