- Raül Garrigasait. Els Fundadors. Una història d'ambicó, clàssics i poder. Barcelona: Ara Llibres, 2020.
Ayer en el tren entre El Masnou y Plaça de Catalunya terminé de leer esta magnífica historia de la Fundació Bernat Metge, el emprendimiento cultural lanzado en 1922 por Francesc Cambó y Joan Estelrich, cuyo resultado es la serie de obras de autores griegos y romanos en lengua original y en catalán. Y mientras iba a la Torre Mapfre, donde están las oficinas de Kantox, recorrí Via Laietana para llegar al No. 30, la casa de Cambó y sede histórica de la Fundació. Es ahora un hotel. De la colección, solo tengo primer tomo de la Història de la Guerra del Peloponès de Tucídides, traducido y editado por Jaume Berenguer Amenós y —como no podía ser de otra manera para un apasionado de los checks and balances— el quinto tomo de la Història de Polybios, traducido y editado por Manuel Balasch, que contiene el Libro VI y la teoría de la anakyklosis (ἀνακύκλωσις), el ciclo de decadencia de los gobiernos no-mixtos.
Luego de leer el libro de Raül Garrigasait, seguro que compraré muchos más.
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Un tour de force
En menos de 300 páginas, el Dr. Garrigasait combina un relato histórico de primer nivel, una biografía intelectual de las tres principales figuras de la Fundació —Cambó, Estelrich y el helenista y poeta Carles Riba—, y una defensa apasionada de la cultura clásica. Y todo en un catalán fluido y ameno, publicado en un elegante volumen de tapa dura por €21.90. Chapeau ! Francesc Cambó i Battle (1876-1949), Joan Estelrich i Artigues (1896-1958) y Carles Riba i Bracons (1893-1959) son —junto a Lucrecio y Esquilo— los principales protagonistas de Els Fundadors. Político, empresario y mecenas, Cambó es el motor de la Fundació. Estelrich, el único mallorquí del grupo, coordina los equipos de especialistas.
Riba es el traductor y editor de Esquilo, Platón, Xenophon y Plutarco. Los tres son catalanistas apasionados—aunque no independentistas. Cambó está convencido que Catalunya y el catalanismo, receptores históricos de la "fertilización humanística" del Mediterráneo y de Europa, íntimamente ligada a la cultura de Grecia y Roma, tiene la oportunidad de salvar a España de la decadencia. Por eso lanza, entre otros proyectos culturales, la Fundació Bernat Metge. Por su parte, Esterlich ve en las pequeñas naciones una idea de Europa "més present" y una mayor capacidad para poner "fre als excessos inquietants de la política de masses" y no duda en afirmar que "els catalans estem ancorats al mateix centre de la civilizació hel.lenocristiana".
El valor de los clásicos
Para los creadores de la Bernat Metge, la cultura clásica promueve "la joia de la limitació moral [...], un estat d'equilibri i de mesura [...] equilibri, serenitat, mesura [...] la sobrietat i l'autodomini", y es además una "font de claredat i elegància" y pretende ofrecer un punto de vista universal (*). Conocedor del γνωθι σεαυτόν ("conócete a tí mismo") y μηδὲν ἄγαν ("nada en exceso"), Riba aspira a ser "el mestre de mi mateix". Traductor de Platón para la Fundació, Joan Crexells afirma que "l'opinió de l'expert sempre ha de ser més respectada que el vot de la majoria". La prudencia aristotélica crea una "preservació contra les il.lusions modernes". Este último punto es particularmente importante. Ni el fascismo ni el comunismo —las grandes ilusiones modernas de la época— se caracterizan por la moderación.
Ambos son "ruputures revolucionàries" creadoras de violencia e inseguridad: "... la política de masses es torna excitació, desordre i ruïna". Más conservadores que Riba, Cambó y Estelrich optan por apoyar a Franco como un mal menor. Pero los colaboradores de la fundación están unidos por temor profundo —resultado de la lectura de los clásicos— sobre la desmesura del poder. Raül Garrigasait describe la angustia de los tres al conocerse en Barcelona la noticia del levantamiento de Franco, en julio de 1936. La guerra civil es inevitable. Nos quejamos, en 2021, de la polarización política en gran parte del planeta. ¡Pero no es nada al lado de la guerra civil española! Llega la hora del extremismo revolucionario—de izquierda y de derecha.
Cuando los comunistas llegan a la fundación para expropiarla, Riba nota que están "armats fins a les dents i embriagats de trionf". La revolución es el momento propicio para que los malhechores de todo tipo lleven adelante "les revenges més sòrdides". Finalmente, los falangistas conquistan el poder. Como un eco de la "roda de la venjança" que Carles Riba explica en sus ediciones de Esquilo, comienzan los juicios sin garantía y la quema de libros. Con la conciencia tranquila de haberse opuesto a todo extremismo, Riba dirá: "No vaig errar: vaig lluitar bé, alhora contra els dos veritables enemics: el feixisme y el marxisme. Sé que em serà un dia reconegut i comptat". ¡Bravo!
Conclusión: ¡a los teclados!
No tengo dudas: Els Fundadors: Una història d'ambició, clássics i poder es un gran libro. Uno de esos libros que te motivan para escribir. Esta mañana, en un café de El Masnou, comencé a planear una historia de la idea de checks and balances. Así nomás. Eso sí: tendré que comprar más libros de la Fundació Bernat Metge.
¡A los teclados!
(*) Los tres últimos libros que he leído tienen referencias a la idea de la limitación como fuente de equilibrio. En Demokratie. Eine deutsche Affäre, Hedwig Richter se refiere a la necesidad de Einschränkungen que una democracia saludable se auto-impone para preservar el equilibrio de los checks and balances [ver]. En The Problem of Democracy. The Presidents Adams confront the cult of personality, Nancy Isenberg y Andrew Burstein citan una carta de John Adams a su hijo John Quincy: "Limitations must be set, and without a ballance there can be no limitations" [ver]. Finalmente, Raül Garrigasait se refiere a "la joia de la limitació moral" que proporciona la lectura de los clásicos griegos (p. 13).
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