Saturday, April 23, 2022

MONTESQUIEU: SERVIUS TULLIUS & EL PODER JUDICIAL (I)

« On ne peut jamais quitter les Romains » — Montesquieu

Para entender Esprit des Lois no hay más remedio que adentrarse en las fuentes de Montesquieu. En una entrada desordenada e imprecisa que iré mejorando [ver], señalé el interés del autor por el legendario rey de Roma Servius Tullius. Montesquieu resalta uno de los hechos más llamativos de su (supuesto) reinado: la renuncia a ocuparse de procesos judiciales civiles, prerrogativa tradicional de los primeros monarcas de Roma. « Il se dépouilla des jugements civils, et ne se réserva que les criminels (XI.12, p. 413 de la edición Pléiade) [...] Servius Tullius s'était dépouillé du jugement des affaires civiles » (XI.18, p. 421).


Podemos vincular estos pasajes al análisis del mercado de crédito en Roma. El propio Montesquieu lo sugiere en la nota h de XXII.22 (p. 679). En ausencia de un poder judicial separado de los demás, el gobierno "duro y arbitrario" genera incertidumbre sobre el cumplimiento de los contratos (XXII.21, p. 676). De ahí la contracción en la oferta de crédito y las tasas de interés usurarias que generan "males infinitos" (XI.18, p. 426), incluyendo cambios en la forma de gobierno (XI.15, p. 418). El pasaje sobre Servius Tullius figura en el Libro XI, donde el autor presenta el esquema de separación de poderes y gobierno balanceado (XI.6). 

Ahí leemos: « Il n'y a point encore de liberté si la puissance de juger n'est pas séparée de la puissance législative et de l'exécutrice » (p. 397). En otras palabras: Montesquieu ilustra su famosa teoría de la separación de poderes con el caso concreto de Roma, pasando de la política a la economía y de la economía a la política. Lo que estoy proponiendo es una nueva manera de leer el Esprit des Lois, de lejos la obra de mayor influencia sobre el constitucionalismo moderno.

* * *

Montesquieu ofrece a continuación un esbozo del proceso de nombramiento de jueces en los primeros tiempos de la república:

... les consuls ne les jugèrent pas non plus, si ce n'est dans des cas très rares que l'on appela, pour cette raison, extraordinaires. Ils se contentèrent de nommer les juges, et de former les tribunaux qui devaient juger. Il paraît, par le discours d'Appius Claudius, dans Denys d'Halicarnasse, que, dès l'an de Rome 259, ceci était regardé comme une coutume établie chez les Romains; et ce n'est pas la faire remonter bien haut que de la rapporter à Servius Tullius. Chaque année, le préteur formait une liste ou tableau de ceux qu'il choisissait pour faire la fonction de juges pendant l'année de sa magistrature.

On en prenait le nombre suffisant pour chaque affaire. Cela se pratique à peu près de même en Angleterre. Et ce qui était très favorable à la liberté c'est que le préteur prenait les juges du consentement des parties. Le grand nombre de récusations que l'on peut faire aujourd'hui en Angleterre, revient à peu près à cet usage. Ces juges ne décidaient que des questions de fait : par exemple, si une somme avait été payée, ou non; si une action avait été commise, ou non. Mais pour les questions de droit, comme elles demandaient une certaine capacité, elles étaient portées au tribunal des centumvirs (XI.18).

Visiblemente, Montesquieu resalta el liderazgo del rey: después de Servius Tullius, los cónsules tampoco se involucran en causas civiles. La separación de las funciones ejecutivas y judiciales se ha transformado en una costumbre establecida. Es el valor del ejemplo, que Montesquieu considera la única manera posible de enseñar la libertad a un pueblo que la desconoce. Todo indica que esta práctica se remonta a la época de Servius Tullius (aquí nuestro autor parece dudar un poco del carácter histórico del personaje). Otro punto: la comparación con Inglaterra, acaso todavía presente en su mente al redactar XI.18.

El praetor o pretor selecciona jueces considerados aceptables por ambas partes en litigio — algo muy favorable a la libertad. Como las cuestiones de derecho requieren conocimientos particulares, es necesaria la intervención de magistrados especializados (nota d: « Des magistrats, appelés décemvirs, présidaient au jugement, le tout sous la direction d'un préteur »; no alcanzo a individualizar la fuente: Leg. 2, § 24, ff. de orig. jur). La nota f se refiere a la selección de jueces — siempre llevada adelante por el pretor, no por los cónsules con autoridad ejecutiva : « ... par le choix, quelquefois par le sort, ou enfin par le sort mêlé avec le choix. »

En II.2 Montesquieu había notado el carácter aristocrático de la elección y el carácter democrático del sorteo. Es ahora el momento de averiguar algo más sobre las fuentes de este pasaje, en particular la cita de « Denys d'Halicarnasse ». Resulta mucho más importante de lo que parece. Es el tema de la próxima entrada ...  

[CONTINÚA ...]

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