Los jueces llevan toga en países con independencia judicial |
"... inventar un lenguaje republicano" — Joaquín Meabe
En Argentina, para expresar el papel de la justicia en términos de contrapesos institucionales, la mayoría de los analistas se refiere a la 'independencia del Poder Judicial'. En Contrapesos, en cambio, escribimos 'independencia judicial'. El asunto tiene su importancia—son expresiones conceptualmente diferentes que reflejan, en el margen, distintas culturas políticas. La 'independencia del Poder Judicial' es un concepto de separación de poderes; la 'independencia judicial', en cambio, es una noción típica del gobierno mixto—y por lo tanto mucho más 'robusta' desde el punto de vista de los contrapesos.
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Un ejemplo muy actual nos puede ayudar a entenderlo. La cancillería neocelandesa emitió a principios de mes un comunicado sobre la ley de 'Seguridad' de Hong Kong (*). El contenido no sorprende—Nueva Zelanda es tradicionalmente un top-ten en nuestro Índice de Contrapesos Institucionales [ver]. Lo interesante es el lenguaje. Éste el texto:
Independencia judicial **no** es 'independencia del Poder Judicial
El concepto de independencia judicial va mucho más allá. Incluye la separación 'institucional' vis-à-vis los demás poderes. Pero pone énfasis en la capacidad individual de los jueces para aplicar la ley sin instrucciones ni presiones de terceros, cualquiera sea su fuente. (En el texto del canciller neocelandés, 'autonomy and freedom' se complementa con 'judicial independence'). Esto implica, entre otras cosas, un estricto proceso de selección de jueces en base a criterios técnicos (altos niveles de formación profesional evaluados por comités parlamentarios con fuerte peso del componente judicial) y (en menor medida) psicológicos.
La independencia judicial también implica seguridad del tenure [ver]. Cualquier comentario, insinuación o presión sobre la estabilidad de la posición de los jueces es un ataque a la independencia judicial. Finalmente, implica independencia desde el punto de vista financiero (buenos salarios) y el uso —en mayor o menor medida— del precedente como fuente formal del derecho [ver]. La independencia judicial excluye, naturalmente, la elección popular de jueces, como ocurre actualmente en varios Estados de los Estados Unidos.
Este último punto es importante. Significa que los jueces no forman parte del δῆμος, algo que no 'captura' la separación de poderes. Al contrario, el papel de los jueces en países con robustos contrapesos institucionales refleja, junto a los banqueros centrales, el principio 'aristocrático' típico del gobierno mixto. Y para que el δῆμος visualice claramente esta diferencia, los jueces —en países con buenas notas en materia de independencia judicial— llevan toga [ver] como parte de su 'lenguaje corporal'.
Por algo no lo hacen en Argentina.
As a strong supporter of the rule of law, New Zealand has consistently emphasised its serious concern about the imposition of this legislation on Hong Kong without inclusive consultation or the proper involvement of all of Hong Kong’s institutions [...] It is this autonomy and freedom, together with open governance, judicial independence, and consensus on the rule of law that have been fundamental to Hong Kong’s growth as a global financial and economic hub since 1997.
A notar la expresión rule of law, y el vínculo implícito entre independencia judicial y el costo del capital. Pero este no es el tema de hoy. Lo importante es la expresión judicial independence. Esta mañana vi en @lemondefr el comentario de un periodista francés: « La Nouvelle-Zélande ne peut plus avoir confiance dans l’indépendance du système judiciaire de Hongkong par rapport à la Chine ». Tenemos entonces tres expresiones: independencia del Poder Judicial (Argentina); indépendance du système judiciaire (Francia); judicial independence (Nueva Zelanda y, en general, países anglo-parlantes).
Naturalmente, los contrapesos institucionales son más sólidos en Francia que en Argentina, y en Nueva Zelanda que en Francia. Porque no se trata de una cuestión de poderes formales, como lo entendemos en Argentina y, en menor medida, en Francia. De poco sirve una separación nominal, si los jueces tienen los mismos intereses que los miembros del poder ejecutivo.
Lo vimos recientemente con la liberación de presos por el Coronavirus en la provincia de Buenos Aires. Sin apenas ruborizarse, el titular del poder ejecutivo, Axel Kicillof, podía presentar esta medida como la decisión de un 'poder independiente'—aunque todos sabemos que era una señal de obediencia a una misma agrupación política.
Lo vimos recientemente con la liberación de presos por el Coronavirus en la provincia de Buenos Aires. Sin apenas ruborizarse, el titular del poder ejecutivo, Axel Kicillof, podía presentar esta medida como la decisión de un 'poder independiente'—aunque todos sabemos que era una señal de obediencia a una misma agrupación política.
Independencia judicial **no** es 'independencia del Poder Judicial
El concepto de independencia judicial va mucho más allá. Incluye la separación 'institucional' vis-à-vis los demás poderes. Pero pone énfasis en la capacidad individual de los jueces para aplicar la ley sin instrucciones ni presiones de terceros, cualquiera sea su fuente. (En el texto del canciller neocelandés, 'autonomy and freedom' se complementa con 'judicial independence'). Esto implica, entre otras cosas, un estricto proceso de selección de jueces en base a criterios técnicos (altos niveles de formación profesional evaluados por comités parlamentarios con fuerte peso del componente judicial) y (en menor medida) psicológicos.
La independencia judicial también implica seguridad del tenure [ver]. Cualquier comentario, insinuación o presión sobre la estabilidad de la posición de los jueces es un ataque a la independencia judicial. Finalmente, implica independencia desde el punto de vista financiero (buenos salarios) y el uso —en mayor o menor medida— del precedente como fuente formal del derecho [ver]. La independencia judicial excluye, naturalmente, la elección popular de jueces, como ocurre actualmente en varios Estados de los Estados Unidos.
Este último punto es importante. Significa que los jueces no forman parte del δῆμος, algo que no 'captura' la separación de poderes. Al contrario, el papel de los jueces en países con robustos contrapesos institucionales refleja, junto a los banqueros centrales, el principio 'aristocrático' típico del gobierno mixto. Y para que el δῆμος visualice claramente esta diferencia, los jueces —en países con buenas notas en materia de independencia judicial— llevan toga [ver] como parte de su 'lenguaje corporal'.
Por algo no lo hacen en Argentina.
(*) Winston Peters: "Statement on passage of national security law for Hong Kong", 1 July 2020.
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