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"La douceur règne dans les gouvernements modérés" — Montesquieu
Estoy en plena tercera lectura de Lettres persanes (1721). Mi ambición es, si encuentro el tiempo suficiente, escribir un libro sobre Montesquieu. Se lo lee muy poco en la Argentina. A lo sumo se conocen algunos fragmentos de Esprit des Lois XI.6, acaso el texto de mayor influencia sobre las constituciones escritas —incluyendo la nuestra— jamás publicado. Para este trabajo debo, como mínimo, leer las 1670 páginas del tomo 1 y las 1780 páginas del tomo 2 de las Œuvres complètes, publicadas en 1949 en La Pléiade por Roger Caillois, gran amigo de Jorge-Luis Borges. También necesito la biografía de Robert Shackleton, Montesquieu. A Critical Biography (Oxford University Press, 1961). Ya iré comentando otras referencias en Contrapesos (1, 2, 3, 4, 5).
Hoy quiero simplemente hacer un breve comentario sobre el 'cuento oriental' Histoire d'Aphéridon et d'Astarté, incluido en la carta LXVII de Ibben a Usbek [1]. Los hermanos Aphéridon y Astarté, criados en la antigua religión persa del zoroastrismo, sufren la persecución de la secta de los musulmanes : « En perdant votre religion, vous avez perdu votre liberté [...] tous nos biens confisqués » (pp. 232, 235). Como es habitual en Montesquieu, el fanatismo religioso va de la mano de la inseguridad sobre la propiedad y la consecuente pérdida de libertad, ya que las acusaciones de herejía llevan a la confiscación de los bienes. Este vínculo es un elemento central del ataque contra la Inquisición que retomará, con tremendas consecuencias para la América española, su discípulo Guillaume-Thomas Raynal, el autor preferido de Mariano Moreno.
Después de una serie de peripecias —viajes, secuestros, esclavitud y libertad—, Aphéridon se instala en « Tefflis », o Tbilissi en Georgia. Allí consigue tomar dinero prestado para establecer un negocio y salir adelante económicamente. Finalmente cumple su anhelo de vivir con su mujer-hermana Astarté. Fin del cuento. ¿Para qué escribir una entrada de blog sobre algo tan elemental? En Montesquieu, el acceso al crédito juega un papel-clave en términos del bienestar de las personas y la estabilidad y desarrollo de los países. El cuento ilustra una idea central de Montesquieu: el crédito solo florece cuando hay « douceur » en el gobierno—Aphéridon consigue crédito en « la plus douce société du monde », y quien le presta dinero es un « homme doux » (p. 236).
Douceur en Montesquieu
No es fácil traducir douceur, douce, doux en este contexto. Palabras que vienen a la mente: calidez, suavidad. Adam Smith, fiel seguidor de Montesquieu, traduce mildness o gentlessness. Aquí se hace indispensable recurrir a Jacqueline de Romilly [ver]. Si mi interpretación es correcta, estamos en buen camino para entender las fuentes de Montesquieu de una manera hasta ahora inédita. En 1979, Romilly publica un estudio de más de 400 paginas sobre La douceur dans la pensée grecque [2]. No lo he terminado, pero ya tengo elementos suficientes para establecer algunos puntos.
Douceur nos lleva a varios términos griegos, en particular πράος, ἐπιεικής y φιλανθρωπία. Romilly analiza uno por uno los diversos significados de estos términos: indulgencia, generosidad, tolerancia, clemencia, humanidad, caridad—lo contrario de dureza y crueldad. Es exactamente el sentido que Montesquieu da a douceur, que contrasta explícitamente con la dureza del gobierno despótico, donde la autoridad política se concentra en pocas manos. En las provincias romanas gobernadas por procónsules que concentran la autoridad ejecutiva, judicial y militar, el gobierno « dur et tyrannique » lleva a una contracción del crédito y a tasas de interés usurarias (EL, xxi.14).
* * *
Queda por comprobar las fuentes griegas de Montesquieu. Ya he logrado individualizar varias: Polybios, Dionisio de Halicarnaso y Cassius Dio, además del omnipresente Platón y del muy criticado Aristóteles. Espero poder comentarlas pronto en Contrapesos. Mientras tanto, vale la pena recordar el pasaje magistral de Ferdinando Galiani, otro estudioso de Montesquieu, cuando establece un vínculo explícito entre la dolcezza del governo y la abundancia del crédito. Así es posible bajar la tasa de interés y mejorar la situación de los pobres:
Per render bassi gl' interessi secondo l'esposto di sopra basta evitare il monipolio del danaro, e assicurare la restituzione. Perciò non è stata la sola abondanzza de'metalli preziosi che ha sbassate e quase estinte le usure da due secoli in qua; ma principalmente la dolcezza del governo quasi in ogni regno goduta. Sieno le liti brevi, la giustizia certa, molta industria ne' popoli, e parsimonia, e saranno tutti i ricchi inclinati a prestare. Là dove è folla di offerenti, non possono esser dure le condizioni dell' offerta. Così saranno i poveri trattati senza crudeltà [3].
[1] Ver Aurélia Gaillard : « Montesquieu et le conte oriental. L'expérimentation du renversement », Le Recueil, 2004.
[2] En Jacqueline de Romilly. Émerveillements. Réfléxions sur la Grèce Antique. Paris: Robert Laffont, 2019.
[3] Ferdinando Galiani. Della Moneta (1751). Napoli: Stamperia Simoniana, 1780, p. 356.
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