Friday, August 7, 2020

¡MAGNÍFICA CONFUSIÓN! SOBRE UN COMENTARIO DEL PRESIDENTE

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"... fines nobles, que además parecen encontrar un fuerte arraigo social" — Roberto Gargarella

En julio llamé la atención sobre el artículo de Roberto Gargarella que desarrollaba algunas ideas de Contrapesos sobre el gobierno mixto [ver]. En un nuevo artículo para La Nación, el Sr. Gargarella recopila comentarios del Presidente Alberto Fernández, deseoso de evitar un poder 'aristocrático' en la justicia (*). ¡Excelente! ¡Los K también leen Contrapesos! (Ya lo sabía: intentaron cerrar mi cuenta de Twitter por "Las consecuencias económicas de Mempo Giardinelli"). Lo interesante en el artículo del Sr. Gargarella es su mención al término 'aristocracia', utilizado por el Presidente en el contexto de las críticas al proyecto de reforma judicial.

* * * 

En Contrapesos utilizamos 'aristocracia' en el sentido de los griegos clásicos, en particular Platón y Aristóteles—las personas con una larga y costosa inversión en educación, algo así como una élite o 'meritocracia' que se destaca por conocimientos adquiridos tras años de esfuerzo. En otras palabras: es lo más alejado a una nobleza con títulos hereditarios, que Polybios asimila a la oligarquía visible, por ejemplo, en los hijos (sin estudios relevantes) de CFK, Chávez, Moyano, pero también de Trump, Bolsonaro, etc. Lo crucial es que la sociedad (la 'polis') pueda sacar provecho del talento de los ἄριστοι sin otorgarles un poder sin límites.

Sabía que vendría este comentario. Por eso agradezco el trabajo del Sr. Gargarella al recopilar los dichos del Presidente. Los partidarios del gobierno mixto siempre han enfrentado la injusta acusación de favorecer una aristocracia, como si fuera una especie de nobleza hereditaria y no la gente con más estudios y/o talentos. Es lo que arruinó la carrera política de Gaspar Melchor de Jovellanos en España y de John Adams en los Estados Unidos. En el Río de la Plata, nuestro Mariano Moreno —gran defensor del gobierno mixto y brillante representante de la 'aristocracia del talento'— fue más discreto, y logró confundir a (casi todos) los historiadores [ver].

La grandeza incomparable del gobierno mixto
En lo personal, me considero un orgulloso defensor del gobierno mixto y de los contrapesos institucionales, la idea más influyente de la ciencia política, que Adams definía como "más importante que el invento de las lenguas". La evidencia es abrumadora. En todos los países con bajos niveles de grieta, baja tasa de inflación, bajo costo del capital, bajos niveles de corrupción, altos niveles de crédito, seguridad sobre la vida y las posesiones, solvencia fiscal y calificación AAA de la deuda soberana, libertad, prosperidad, relativa igualdad, bajo riesgo de populismo —es decir: los Nórdicos, Alemania, Suiza, Holanda, Nueva Zelanda, Canadá— hay robustos contrapesos institucionales [ver].

Son países que, haciendo prevalecer el principio democrático, otorgan de manera explícita un papel crucial a la independencia judicial y la independencia del banco central. Y esto solamente es posible si los jueces y los banqueros centrales tienen altos niveles de formación profesional, seguridad del tenure y buenos salarios—además de la fortaleza moral necesaria para rechazar instrucciones o presiones de terceros (leáse: de los políticos). A la inversa, en todos los países donde el principio aristocrático —tal como lo acabo de definir— es barrido por los demás (el principio democrático o monárquico), habrá hiper-corrupción, 'grieta', pobreza para el δῆμος—y gran riqueza para los oligarcas.

Así, los 'boligarcas' venezolanos han saqueado cerca de $300 billion tras una reforma judicial 'pseudo democrática' que entregó la riqueza del país a un grupo selecto de mafiosos. Mientras tanto, la fortuna de la Sra. CFK sigue dando que hablar. Lo que los partidarios de la 'democratización' de la justicia ocultan es, naturalmente, la inevitable entrada en escena de δημαγωγοί (demagogos) ávidos de poder. Con su lenguaje anti-aristocracia, estos seductores del δῆμος inevitablemente procederán al saqueo, en ausencia de contrapesos.

¡Qué grandioso, único y conmovedor espectáculo!

Noruegos [ver], suecos [ver] y suizos [ver] aplicando abiertamente el contrapeso 'aristocrático'.

Chapeau !

(*) Roberto Gargarella: "Razones para la reforma judicial", La Nación, 6 de agosto de 2020.
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