DEL ESTADO, LOS PEAJES & LA SEGURIDAD
Por Le Philosophe
Hace unos días viajaba por el norte de Holanda en auto, cuando, al cruzar el Afsluitdijk, mi acompañante preguntó repentinamente “¿Dónde están los peajes? Hicimos más de cien kilómetros y aún no hemos tenido que pagar peaje?”. La respuesta era obvia: no había peajes. Pronto se me vinieron a la mente los miles de peajes que hay que pagar en la provincia de Buenos Aires.
Pensé por un instante, mientras cruzaba uno de los miles de radares instalados en las autopistas holandesas, en aquel discurso que afirmaba que el estado de las carreteras mejoraría si eran concesionadas por privados.
Falso, al menos sesgado.
Cruzábamos un dique que contenía al Mar del Norte; un dique de una longitud de aproximadamente 32 kilómetros, en perfecto estado de conservación y con todas las garantías posibles en cuanto a seguridad vial. Una complejidad e inversión poco comparable con la autopista Buenos Aires- La Plata.
Por lo tanto, la cosa es clara: el Estado Holandés garantiza el libre tránsito y comercio dentro de sus fronteras y cobra impuestos, -no peajes-, que la población paga porque es un precio muy bajo en relación al nivel de libertad que gozan.
Por el contrario, el Estado Argentino eligió delegar un asunto de vital importancia a los privados proto-feudalizando la libertad de circular y, por tanto, de comerciar (mismo argumento puede utilizarse para los cortes de rutas) siendo además, incapaz de recaudar un centavo en tanto los ciudadanos ya no ven en el Estado el garante de la libertad de circulación.
En un caso el Estado está presente garantizando la libertad, en el otro está ausente delegando la garantía de la libertad a un privado . Como bien sabía Montesquieu (y se comenta reiteradamente en este blog) la libertad se ejerce sólo dentro del imperio de la Ley. De lo que se trataría ahora es de especificar qué tipo de Estado: afinando un poco más; qué tipo de régimen político garantiza la libertad. Esa es, la diferencia esencial entre el Estado holandés y el argentino. Pero esa es otra discusión.
El punto a señalar es que, paradójicamente, tanto la izquierda bien pensante como la derecha libertaria se empeñen en obviar la relación entre Estado y Libertad. Los unos, en nombre de la sociedad civil olvidan la importancia del Estado, los otros en nombre del individuo detestan cualquier intervención. Ambos le temen demasiado al Estado. La libertad es una cosa muy delicada para dejarla en manos de privados cuyas pasiones son siempre incontrolables.
A los unos y a los otros no les vendría mal pasear por el Afsluitdijk de vez en cuando…
Agustín: el primer trayecto que recorrí en autopista con peaje fue en 1971, entre Bruselas y París (algo más de 300 km). Costaba cerca de 10 dólares, relativamente caro en esa época, pero: había otra manera de llegar. Por el camino antiguo se pasaba por pueblos con tránsito a sangre, por calles angostas y adoquinadas. El viaje tardaba más, pero era una alternativa (¡además de ser turísticamente más atractivo!).
ReplyDeleteEn el caso del Afsluitdijk, no hay opción. Por eso se respetó allí la regla de oro para construir una carretera con peaje: tiene que quedar una alternativa. Independientemente de que la administre una empresa estatal o una privada.
Dicho sea de paso, qué admirable obra. Acaba de cumplir 77 años, y es digna de ser visitada por todo el mundo - no sólo por "los unos y los otros".
Un cordial saludo,
Federico
Federico,
ReplyDeleteYo nunca fui al Afsluitdjk (esta entrada la escribió Le Philosophe). Es cierto que uno queda admirado por las obras de ingeniería en este "Pequeño Gran País".
Saludos,
Agustin
Bien. En el apuro de escribir el comentario, no me había fijdo en quién firmó la nota. Mis disculpas. Ahora ¿qué puedo hacer para que Le Philosophe lo lea? No encuentro su blog.
ReplyDeleteAaludos,
Federico
Federico, este es su blog ;)
ReplyDeleteyo creo que en algunos países en que hay peaje, como Austria, las cosas funcionan muy bien; o sea, que el problema no está en si hay o no peaje... sino en... en cómo se aplican las decisiones,
saludos!
Hola Marta:
ReplyDeleteNo había leído antes tu post del 21/06, porque al no ver una respuesta algunos días después del mío (14/06), creí que la discusión se había cerrado. Ahora descubrí cómo puedo enterarme por e-mail, espero no dejar más pasar tanto tiempo.
Claro que el problema no está en los peajes, algo similar a la cuestión de servicios públicos estatales y privadas. Cuando hay honestidad y espíritu comercial, una empresa del Estado puede rendir tanto o más que una estatal.
Disculpame, no entiendo tu aclaración que ...éste es el blog de Le Philosophe...
Saludos,
Federico
Hola, releyendo mi posting anterior, veo un error de escritura. No será necesario corregirlo, pero lo hago: ...una empresa del Estado puede rendir tanto o más que una privada (no sé cómo se subraya aquí)...
ReplyDeleteSaludos,
Federico