Wednesday, October 27, 2010

CUATRO POLICÍAS MUERTOS EN CUATRO DÍAS
"Es gibt keine Entwicklung ohne Sicherheit" — Angela Merkel

Por AM

Según Perfil, la ejecución del subteniente Néstor Valles en la localidad de Tres de Febrero significa la cuarta muerte de un policía en cuatro días (uno en Capital, los demás en el Gran Buenos Aires) [ver]. ¡Cuatro policías asesinados en cuatro días! Leímos la noticia esta mañana con Claudia y nos costó creerla. Formados con manuales publicados en Estados Unidos y en Europa, la enorme mayoría de los economistas nos asegura que el nivel de la tasa de interés y la disponibilidad de crédito dependen del resultado fiscal, de las expectativas inflacionarias, de la política monetaria. Falso — o incompleto, como mínimo. Se trata de ideas válidas para economías con derechos de propiedad fijos, estables, indiscutidos. Pero no es el caso de la Argentina, donde cuatro policías han sido asesinados en cuatro días. ¿Quiere saber la verdad?

¡NO HAY CRÉDITO PORQUE MATAN A 4 POLICÍAS EN 4 DÍAS!

Para entenderlo mejor, déjeme presentar el argumento a contrario sensu. ¿Qué sucede si una noticia así se produce en los Países Bajos? La respuesta es directa, clara y contundente: CAE EL GOBIERNO Y SE ANTICIPAN LAS ELECCIONES. El costo del capital —y por lo tanto la inversión y el nivel de vida— dependen de la seguridad sobre la vida, la libertad y las posesiones. En el mercado de crédito, la oferta de recursos prestables se contrae NATURALMENTE cada vez que los ahorristas PERCIBEN mayor inseguridad. En los Países Bajos los habitantes —y los oferentes de recursos prestables— se sienten seguros porque saben que la justicia está DES-politizada, la moneda está DES-politizada, y la libertad de prensa y de conciencia es de las más altas del mundo [ver] (*). Por eso es el país con mayor stock de bonos en moneda local en proporción del PBI. De ahí la prosperidad y la (relativa) igualdad.

La seguridad como plataforma política
La oposición debe convertir el problema de la inseguridad en el eje de su campaña política. Si no lo hace, tarde o temprano lo hará algún demagogo de ultra-derecha. Por otra parte, la alta liquidez global —y su consecuencia, la super-soja— prácticamente asegura que la Sra. K gozará de una situación económica favorable por muchos meses más. Pero lo más importante es entender que la seguridad no es un tema de derecha que solo atrae a los conservadores. Seguridad es progreso, es civilización. Inseguridad es atraso y desigualdad: lo vemos todos los días — especialmente los que tenemos la suerte de recorrer el mundo.
* * *
La seguridad, amigos, la seguridad.

(*) En Ámsterdam me sorprendió ver en las librerías la magnífica historia de la policía en los Países Bajos en cuatro tomos: Cyrille Fijnaut. De geschiedenis van de Nederlandse Politie (Amsterdam: Boom, 2007-2009).

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