Monday, April 16, 2012

CLAUDIO & MESALINA EN CHONGQING
"Tacite est le plus grand peintre de l'Antiquité" — Diderot

AM | @agumack

Contado por el inigualable Tácito, el episodio de Claudio y Mesalina (Anales, XI) es uno de los fragmentos más importantes de la historia de la literatura política ... universal. Como buen romano, Tácito huye de la generalización abstracta: pero entonces su relato se hace más humano, más real — y más universalmente válido. La bella Mesalina convence a Claudio de unir las funciones de "todos los magistrados" a las del príncipe [ver]. En lenguaje moderno diríamos: el poder ejecutivo controla las decisiones de todos los jueces.

El resultado es una masiva transferencia de propiedad. Durante unas semanas que deben haber sido de extrema tensión, ningún ciudadano romano tenía seguridad sobre su vida, su libertad, sus pertenencias. Casas, campos, oro, plata, joyas: todo podía cambiar de manos en cuestión de horas, según el capricho del príncipe. Lo fascinante es que estamos viviendo episodios similares en buena parte del mundo 'emergente'. Además de los Claudio y Mesalina argentinos —Néstor y Cristina K [ver]— ahora llega la historia de Bo Xilai y su mujer Gu Kailai.

La información llega a cuentagotas; se habla de cerca de €970 millones transferidos por Bo y Gu durante el 'principado' de Bo en Chongqing. Las hermanas de Gu Kailai, mientras tanto, controlan decenas de empresas en Hong-Kong. Utilizando una 'ley' de 1950, el maoista Bo organizó una campaña 'anti-mafia' que terminó en el despojo de miles de emprendedores de Chongqing; estas personas fueron transferidas a fábricas y a campos de reeducación, y sus activos fueron confiscados:

Functionally, it [the 1950 law] allows individuals to be deprived of their liberties through decisions made entirely within the police hierarchy. People subject to RETL are sent to labor in special camps or factories without a trial or access to legal counsel, and they are often denied their right to appeal the decisions to a court [1].

Mesalina tenía numerosos amantes, que podían 'desaparecer' de la noche a la mañana. Todo parece indicar que algo similar sucedía con Gu Kailai: el empresario inglés Neil Heywood, que habría facilitado la transferencia de activos fuera de China, era ... su amante [ver]. Como Silius en Roma, fue asesinado. (No hubo autopsia y su cadaver cremado). Lo notable es que toda esta información va saliendo a la luz del día gracias al esfuerzo de miles de bloggers chinos que nadie termina de controlar. Como diría Chateaubriand:

C'est en vain que Néron prospère. Tacite est déjà né dans l'empire.

Después de los Claudio, llegarán los Nerón. Pero la gente sabe leer y escribir, y está cada vez más conectada. Los bloggers son los modernos Tácito. Mientras tanto, los empresarios chinos comienzan a sentir dudas: "They feel there's no security for their wealth or possessions, and that their assets could be taken away at any time. Nobody feels protected against the system any more" [2.]

[1] Stanley Lubman: "Bo Xilai’s Gift to Chongqing: A Legal Mess", Wall Street Journal; [2] Jamil Anderlini & Patti Waldmeir: "Chinese doubt the road ahead", Financial Times [ver]. 
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