"... ut senator et iudex, non ut princeps" — Velleius Paterculus
La sorprendente biografía de Tiberio por Robert Turcan contiene una magnífica cita del historiador, soldado y senador romano Velleius Paterculus ("Tiberio, o el poder ejecutivo", Contrapesos, septiembre 2017). En las causas judiciales, Tiberio actúa "como senador y como juez, no como príncipe". Encontré este muy útil link a Velleius Paterculus and Res Gestae Divi Augusti, con texto en latín y traducción inglesa de Frederick W. Shipley para la edición Loeb Classical de 1924, ahora disponible en el public domain. Este es el pasaje señalado por Turcan:
Juzgar como juez parece fácil. No lo es. Para Tiberio, implica la suficiente capacidad de auto-contención para no abusar del enorme poder que el Senado ha otorgado al heredero de Augusto. Es lo que el Odiseo de Sófocles exige a Agamemnón con respecto al cadáver del desdichado Ajax [ver]. Las consecuencias de no atenerse al derecho/costumbre —es decir, juzgar como príncipe— serán devastadoras. (Tiberio, agrega Robert Turcan, era muy culto y hablaba griego). Al morir en el año 37 de nuestra era, el hijo adoptivo de Augusto deja las cuentas públicas en perfectas condiciones, con 2700 millones de sestercios en el Tesoro público.
La sorprendente biografía de Tiberio por Robert Turcan contiene una magnífica cita del historiador, soldado y senador romano Velleius Paterculus ("Tiberio, o el poder ejecutivo", Contrapesos, septiembre 2017). En las causas judiciales, Tiberio actúa "como senador y como juez, no como príncipe". Encontré este muy útil link a Velleius Paterculus and Res Gestae Divi Augusti, con texto en latín y traducción inglesa de Frederick W. Shipley para la edición Loeb Classical de 1924, ahora disponible en el public domain. Este es el pasaje señalado por Turcan:
Cum quanta gravitate ut senator et iudex, non ut princeps, causam Drusi Libonis audivit! (*)
* * *
Los sucesores de Tiberio se tientan con el enorme poder que heredan. Caligula dilapida rápidamente los fondos dejados por su antecesor. En Anales (XI.5), Tacitus describe el colapso de la justicia durante el matrimonio de Claudio con la bella y ambiciosa Mesalina: Nam cuncta legum et magistratuum munia in se trahens princeps materia preadendi patefecerat. Más claro, imposible: unir las funciones ejecutivas a las judiciales es abrir la puerta al robo. Mesalina controla los tribunales y se transfiere a sí misma enormes riquezas [1, 2]. Las arcas quedan vacías. ¿Casualidad o causalidad? (†)
Tres siglos después de Claudio, Ammianus Marcellinus vuelve a la carga [ver]. Falta poco para el colapso del imperio romano. (Ammianus merece varias entradas en Contrapesos). En Esprit des Lois (VI.5), Montesquieu describe los males causados por el emperador bizantino Justiniano, en cuya corte los fallos se venden al mejor postor. La conclusión de Montesquieu es brillante. Cuando acapara las funciones judiciales y ejecutivas, el gobernante trabaja en contra de sus propios intereses : « Veut-il faire la fonction des tribunaux ? Il travaille non pas pour lui, mais pour ses séducteurs contre lui. »
(*) Frederick Shipley traduce: "With what dignity did he listen to the trial of Drusus Libo, not in the capacity of emperor, but as a senator and a judge!". Robert Turcan : « Velleius Paterculus (II.129,2) loue le sérieux avec lequel "comme sénateur et juge, et non comme prince", il examinait les causes », p. 116.
(†) ¿No es acaso una ilustración de lo que Francis Fukuyama llama "Bad Emperor problem"? La falta de arreglos institucionales para limitar el poder del emperador colocaba a Roma, hasta cierto punto, a la merced de la capacidad de su líder máximo. La ausencia de mecanismos institucionales es la razón por la cual, entre otros, Wilfried Nippel descarta la aplicación de 'constitución mixta' al período imperial. Ver Francis Fukuyama: "China's 'bad emperor' problem", The American Interest, mayo 2012.
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