Thursday, July 23, 2009

LA COLUMNA DE F&C. NAPOLEÓN, KOTUZOV Y ... NÉSTOR KIRCHNER

Por Agustín Mackinlay (*)

¡No pude resistir! La librería l'Amateur, en Esmeralda y Paraguay, vendía los 21 tomos de la Histoire du Consulat et de l'Empire, de M. A. Thiers (Paris: Furne & Jouvet, 1874) por $600. A cerca de €5 por tomo, me tenté. Eso sí: consulté antes a un tío, especialista en Napoleón. Me dijo sin dudar: "Tenés que tenerla". La historia de Napoleón me fascina por la cantidad de ventanas que abre al estudioso de las instituciones políticas: la naturaleza del poder ejecutivo, las consecuencias de la destrucción de los demás poderes, el aspecto psicológico del hiper-liderazgo, etc. (Ver, sobre estos puntos, la reseña de Dominique de Villepin). Releyendo unos pasajes del tercer tomo de Villepin —e inspirado por la muy buena nota de Mariano Grondona—, pensé en la increíble actitud de Néstor Kirchner, que opta por mantener la farsa de Guillermo Moreno y por no ceder en ninguna materia importante (en particular, el Consejo de la Magistratura). ¿Cómo explicamos este suicidio económico-político? ¿Qué debe hacer la oposición?

En La chute ou l'Empire de la solitude (Paris: Plon, 2008), Dominique de Villepin provee un magistral estudio de la psicología de un individuo que —habiendo alcanzado la cima del poder en Europa—, elige perseverar en el error antes que aceptar las consecuencias de sus equivocaciones. Estamos en el palacio del Kremlin en el otoño de 1812. Napoleón sabe que, desde el punto de vista militar, la ocupación de Moscú no significa nada. El mariscal Kotuzov, con 110 mil hombres, no está muy lejos; las bandas de cosacos acosan las comunicaciones de los franceses. Pasar el invierno en Moscú sería extremadamente peligroso; retirarse sería catastrófico. La única solución racional es abandonar cuanto antes la ciudad. Pero Napoleón pierde valiosas semanas y ... su imperio. ¿Por qué?

Villepin es demoledor. El primer problema es político: ¡No se debe admitir un error! "Cuando uno se equivoca, afirma Napoleón, es necesario perseverar: a la larga eso le da a uno la razón" [1]. El segundo problema es la interpretación que Napoleón hace du su destino: cualquiera sea la solución adoptada, su prestigio se derrumbará; resulta tan difícil aceptarlo, que el emperador simplemente ... se queda en Moscú. Está paralizado por la imagen de su inevitable caída. ¡Y sigue perdiendo valiosas semanas! El tercer elemento es la esperanza: siempre puede ocurrir algún evento favorable: una negociación con el zar, un levantamiento en Polonia, un problema inesperado para Kotuzov, etc. Todo esto contribuye a mantener a Napoleón encerrado en el Kremlin, agravando así su situación.

Kirchner y los Kotuzov locales
Al mariscal Kotuzov le conviene que Napoleón pierda tiempo en el Kremlin. Cuando finalmente salga, el invierno y los cosacos lo harán pedazos. (Por eso utiliza la propaganda para hacer creer a los franceses que sus propias fuerzas se están debilitando). Kirchner es un mini-Napoléon; dejar a Guillermo Moreno en su cargo y negarse a tratar el Consejo de la Magistratura equivale a ... quedarse en Moscú. Estos hechos aumentan el costo del capital en medio de la recesión, y contribuyen a agravar la situación social. Pero Kirchner espera. ¡Es un suicidio político! ¡Es el otoño ruso de Napoleón! Según la revista Noticias, la cuestión de Moreno es vista como esencialmente política: el Sr. "K" no quiere admitir una primera debilidad. Tal vez, al igual que Napoleón, prefiere disfrutar las últimas semanas que le quedan de prestigio; la alternativa es demasiado dolorosa para contemplar.

Finalmente, siempre está la esperanza de un providencial evento externo. ¿Y si vuelve el milagro de la hiper-liquidez que lo impulsó a alturas insospechadas entre 2003 y 2006? Algo de eso está sucediendo; seguramente el Sr. Kirchner monitorea ansiosamente el dólar, la cotización de la soja y del petróleo, además de las tasas de interés internacionales. En este escenario, a los Kotuzov locales les conviene esperar: mientras más tiempo se quede Guillermo Moreno en su cargo, mientras más demoren los cambios institucionales (super-poderes, Consejo de la Magistratura, etc.), mayor será la desconfianza de los inversores, y más costoso será el derrumbe final de Néstor Kirchner. En este sentido, los rumores sobre las divisiones dentro de la Coalición Cívica se parecen mucho a la propaganda de Kotuzov: que Napoleón pierda tiempo en su propia trampa.
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(*) Associate professor de International Political Economy, Universidad de Leiden (Holanda). Drs. en Humanidades, Universidad de Amsterdam (cum laude); Advanced Studies in International Economic Policy Research, Kiel Institut für Weltwirtschaft. Premio Roosevelt Study Center 2006; Premio LA NACIÓN 1989 y 1991. Acabo de publicar El Enigma de Mariano Moreno. Fundación y Equilibrio de Poderes en la Era de las Revoluciones. Puede conseguirlo llamando al 15 3029-3647 o en la Librería 5 Esquinas, Libertad 1293, Capital Federal [Tel: 4811-9452; librería5e@gmail.com].

[1] "Eh! Ne sais-je pas, que militairement Moscou ne vaut rien! Mais Moscou n'est point une position militaire, c'est une position politique. Qu'on m'y croit général, quand j'y suis empereur! Puis il s'écrie, qu'en politique il ne faut jamais reculer, ne jamais revenir sur ses pas; se bien garder de convenir d'une erreur, que cela déconsidère; que lorsqu'on s'est trompé il faut persévérer, que cela donne raison" (p. 251).

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