[LDG 13.1% — Moody's Baa 0.7% = +12.4%, bullish]
Por AM
- Nota sobre método. Mi principal criterio para los mercados consiste en sumar la tasa de variación de la Liquidez Dolarizada Global (Fed + bancos centrales del resto del mundo) y la tasa de variación de la inversa del spread Moody's Baa. Cuando esta suma es positiva (negativa), la señal es 'bullish' ('bearish'). Es una medida muy rough, muy 'grosera', que capta expecativas sobre ganancias (spreads) y la salud de la economía mundial. Las señales cambian muy pocas veces, en ciclos de 4 a 5 años. El último cambio fue en abril de 2009, con el S&P500 en 893.30. En general estoy muy contento con los resultados. ¿Qué dicen los datos hoy? Por de pronto seguimos en territorio 'bullish': +13.09% — 0.66% = +12.43%. Pero estamos empezando a ver señales débiles: los spreads están negativos, y la LDG crece a la menor tasa desde septiembre de 2008, cuando comenzó la crisis de Lehman Brothers. Si los spreads no bajan más, estaremos a la merced de Mr. Bernanke & Co.
- Medidas de liquidez. El primer balance de septiembre muestra un crecimiento de solamente 13.1% en la LDG. Nuestro proxy de la base monetaria está en caída libre: -6.2% con respecto a agosto. Las reservas de los bancos comerciales en la Fed, aunque superiores a $1 trillion, están en el menor nivel del año, a pesar de los recientes anuncios del FOMC. En cambio, la liquidez endógena, nuestro indice de financial conditions (spreads cash + spreads CDS + volatilidad) vuelve a ganar terreno de la mano de la caída del VIX y de la recuperación de CDS. Es fácil notar cómo el CDS de la República Argentina fluctúa de acuerdo a los vaivenes de la liquidez endógena. (En los últimos años, esta variable nos permitió evitar la trampa del ultra-pesimismo sobre la economía argentina).
- Valuación. Aquí hay mucho por hacer, mucho por mejorar. La experiencia reciente convalida la utilidad de valuar el S&P500 a través de mediciones market-based que capten la configuración de tasas de interés (inflation-breakevens) y el nivel de actividad (platino-oro u otros). En esto se necesita disciplina, y no dejarse llevar por las emociones. Si algo enseñan los últimos años, es que fuertes bajas en los activos de riesgo constituyen oportunidades de compra siempre y cuando: (a) la liquidez está 'bullish'; (b) los inflation-breakevens se desploman. Una situación así capta el escenario de un favorable risk-reward con atractiva valuación. Mejor todavía si acompaña la evidencia anecdótica: China internacionalizando su moneda, o algún economista super-star decretando el fin del mundo.
- Errores. En una entrada de su blog, Paul Krugman reconoce sus errores. Es una tendencia cada vez más de moda en los columnistas: Rachman, Wolf, Skapinker. Aplaudo la idea. Por un lado, da credibilidad. Por otro lado (y es lo que más me interesa aquí), reconocer errores permite analizarlos, y así 'tipificar' lo que funciona y lo que no funciona. Junto a la cita escrupulosa de fuentes, reconocer errores es una política central de este blog. Aquí va el último: la liquidez funcionó relativamente bien para activos de riesgo, pero se comió olímpicamente la suba de los Treasuries ...
- Bancos centrales: chat & Twitter. Stefan Ingves, el presidente del Riksbank, el banco central de Suecia, chatea con los ciudadanos. (El Sr. Ingves es también autor de un notable artículo sobre la independencia del banco central: ver 'labels'). Mientras tanto, los bancos de Reserva Federal de los Estados Unidos se han puesto a twittear: New York datos, New York noticias, Chicago, St. Louis, Cleveland research. También twittean el Banco de Canadá y el FMI.
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