INTELICENCIA EMOCIONAL
"Cristiano sabe inglés, pero Messi sabe de fútbol" — Fabio Capello

Por AM

Nunca leí el best-seller Emotional Intelligence, de Daniel Goleman [ver]. Seguramente es por prejuicio hacia todo lo que 'huele' a auto-ayuda. Pero a veces no hay más remedio: hay que estudiar el papel de las pasiones. Pienso en George Washington, Mariano Moreno y ... Leo Messi. (Ya escribí sobre individuos como Carlos Memen o Néstor Kirchner, totalmente dominados por su sed de poder). Tomemos el caso del genial futbolista rosarino, una clara ilustración de inteligencia emocional. Primero está la pasión, esa gran fuerza creadora. (Sin pasión no hay creación, decía Denis Diderot). Este es el retrato del Periódico de Catalunya: "Tancat en el seu diminut cos, hi nia un davanter voraç, amb una infinita i profunda ràbia interior, incapaç de donarse per satisfet". Luego viene la capacidad de auto-contención, bien captada por Luis Martín de El País: "Se enfurruñaba cuando no marcaba, pero eso ya no sucede. Ahora sabe que su aportación al equipo va más allá de ese detalle, admiten en el cuerpo técnico".

Es decir: la inteligencia emocional de Leo Messi le permite contenerse en el preciso instante en que su pasión por crear entra en conflicto con su capacidad de colaborar. Se vio perfectamente en el Barça-Madrid de noviembre de 2010: cuando se dio cuenta que no podría hacer su gol, se dedicó a dar magistrales pases a David Villa. Resultado: 5-0. Algo parecido sucede en la mente de los fundadores de naciones. Su pasión por el poder los lleva a la cima: Washington, Moreno, De Gaulle, Deng Xiaoping, Adolfo Suárez. Su grandeza proviene de una inteligencia emocional fuera de lo común: jamás intentan copar todos los poderes. Y también saben retirarse a tiempo. Cuando George Washington se niega a presentarse a la re-re-elección (en 1796), está fundando a los Estados Unidos (*).

(*) La expresión es de Mariano Grondona. Para un estudio de George Washington como lider fundacional, ver mi libro El Enigma de Mariano Moreno. Fundación y Equilibrio de Poderes en la Era de las Revoluciones (Buenos Aires: R & C, 2009). A notar el anuncio del usurpador Raúl Castro, anunciando límites de dos períodos en los puestos-clave. La sed de poder de la clique gobernante ha llevado a una verdadera catástrofe económica y social.
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