Monday, June 20, 2011

DOCUMENTO. MANUEL BELGRANO & GEORGE WASHINGTON
"Washington, ese héroe digno de la admiración de nuestra edad" — Manuel Belgrano

Por AM

La profunda admiración que Manuel Belgrano y Mariano Moreno sentían por George Washington llena de espanto a muchos historiadores argentinos. Ambos próceres tradujeron el Farewell Address o "Discurso de despedida" de Washington, publicado en 1796. Hay tres grandes razones por las cuales los intelectuales intentan esconder la verdad. La primera es la obsesión por referirse a la Revolución francesa, cuando el verdadero "modelo" estudiado por Belgrano y Moreno es la Revolución de los Estados Unidos. El Secretario de la Junta, por ejemplo, intenta leer todo lo referido a Washington, Jefferson y Madison. Debido a este grosero error, algunas medidas de la Junta de Gobierno del Río de la Plata son atribuidas por los historiadores a un imaginario jacobinismo — lo que hubiera sorprendido a nuestros próceres.

La segunda razón está referida al contenido del documento. El "Discurso de despedida" es una sintesis del Federalista, la mejor defensa jamás publicada del ideal de un gobierno fuerte, pero sujeto al imperio de la ley y al principio de rendición de cuentas. Estas ideas, está demás decirlo, chocan con nuestra cultura política. Finalmente, la tercera razón tiene que ver con el contexto del escrito de 1796. Washington lo publica al anunciar su negativa a la re-re-elección: nada más opuesto al consenso peronista que domina en la Argentina. Tengo interesantes documentos que iré publicando en el blog. Para no alargar esta entrada, lo dejo con la introducción de Manuel Belgrano a la DESPEDIDA DE WASHINGTON AL PUEBLO DE LOS ESTADOS UNIDOS (*):

El ardiente deseo, que tengo de que mis conciudadanos se apoderen de las verdaderas ideas, que deben abrigar, si aman la patria, y si desean su prosperidad baxo bases sólidas y permanentes, me ha empeñado á emprender esta traducción en medio de mis graves ocupaciones, que en tiempos más tranquilos la había trabajado, y se entregó á las llamas con todos mis papeles en mi peligrosa y apurada acción del 9 de marzo de 1811 en el Tacuarí.

Washington, ese héroe digno de la admiración de nuestra edad y de las generaciones venideras, exemplo de moderación, y de verdadero patriotismo, se despidió de sus conciudadanos, al dexar el mando, dándoles lecciones las más importantes y saludables; y hablando con ellos, habló con cuantos tenemos, y con cuantos puedan tener la gloria de llamarse americanos, ahora, y mientras el globo no tubiese alguna variación.

Su despedida vino á mis manos por los años de 1805, y confieso con verdad, que sin embargo de mi corta penetración, ví en sus máximas la expresión de la sabiduría apoyada en la experiencia, y constante observación de un hombre, que se había dedicado de todo corazón á la libertad y felicidad de su patria.

Pero como viese la mía en cadenas, me llenaba de un justo furor, observando la imposibilidad de despedazarlas, y me consolaba con que las leyesen algunos de mis conciudadanos, ó para que se aprovechasen algún día, si el Todopoderoso los ponía en circunstancias, ó transmitiesen aquellas ideas á sus hijos para que les sirvieran, si les tocaba la suerte de trabajar por la libertad de la América.

Un conjunto de sucesos que no estaban al alcance nuestro; pues viviamos sabiendo unicamente, lo que nuestros tiranos querían que supiésemos, nos traxo la época deseada, y por una confianza que no mercecía, mis conciudadanos me llamaron á ser uno de los individuos del gobierno de Buenos Aires, que sucedió á la tiranía.

Las obligaciones no me daban lugar á reparar la traducción, para que se imprimiese, ya que teníamos la gloria de poder comunicar los conocimientos , y que se hicieran generales entre nosotros, y creído de que en la expediciòn al Paraguay podría haberla examinado y concluido, tube la desgracia que ya hé referido.

Más observando que nadie se ha dedicado á este trabajo, ó que si lo han hecho no se ha publicado, ansioso de que las lecciones del héroe americano se propaguen entre nosotros, y se manden, si es posible, á la memoria por todos mis conciudadanos, habiendo recibido un pequeño librito que contiene su despedida, que ha hecho el honor de remitirme el ciudadano D. David C. de Forest, me apresuré á emprender su traducción.

Para executarla con más prontitud me hé valido del americano Dr. Redhead que se ha tomado la molestia de traducirla literalmente, y explicarme algunos conceptos, y por este medio hé podido conseguir mi fin, no con aquella propiedad, elegancia, y claridad que quisiera, y de que son dignos tan sabios consejos; pero al menos los hé puesto inteligibles, para que mejores plumas les dén todo aquel valor que mis talentos, ni mis atenciones me permitan.

Suplico solo al gobierno, á mis conciudadanos, y á quantos piensen en la felicidad de la América, que no se separen de su bolsillo este librito, que lo lean, lo estudien, lo mediten, y se propongan imitar á ese grande hombre, para que se logre el fin á que aspiramos de constituirnos en nación libre é independiente.

Alurralde, 2 de febrero de 1813.

Manuel Belgrano.

(*) Manuel Belgrano. Despedida de Washington al pueblo de los Estados Unidos. Traducida con una introducción en el año 1813 por el GRAL. MANUEL BELGRANO. Prólogo en fac-simile autógrafo del General Mitre. Buenos Aires: Dalmazia, 1902.
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2 comments:

  1. Muy buena entrada. Y en referencia al nombre de tu blog, es el momento de difundir la parte de la historia que se empeñaron en ocultar - tema que recrudecerá con la nueva creatura K: el Revisionísmo Histórico -. Tenemos que ser el freno y contrapeso ideológico y cultural para intentar impedir el falseamiento de la historia y, con ello, la destrucción definitiva de los valores éticos y morales Republicanos.
    Solicito tu permiso para poder colgarla en mi blog.
    Gracias. Saludos

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  2. Mind the Gap,

    Disculpa la demora en contestar. Adelante con publicar!!

    Saludos,

    Agustin

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