CHARLA CON POLITÓLOGOS & ECONOMISTAS

Por FRM

Estuve en una muy interesante charla de politólogos y economistas en Buenos Aires. Estos son algunos de los puntos salientes: 

Nos espera un escenario político volátil. Hasta el día previo a las elecciones de la ciudad de Buenos Aires, parecía que la Presidenta Kirchner sería reelegida en la primera vuelta. Un día después de las elecciones, parecería que podría ser derrotada en las presidenciales. Ni lo uno ni lo otro. 

El panorama político se irá configurando en los próximos meses con las elecciones de la Provincia de Santa Fe, el ballottage de la ciudad de Buenos Aires y las primarias abiertas.

Hoy no existe un candidato claro de la oposición pero podría surgir luego de las primarias abiertas.

En cualquier caso, no podemos esperar una mejora institucional. Si CFK fuera reelegida, queda claro que una mejora del funcionamiento de las instituciones no forma parte de su agenda. Si ganara la oposición, la negociación con los diferentes sectores del Peronismo sería prioritaria y la gobernabilidad sería un desafío.

El contexto económico internacional favorece al gobierno de Cristina Kirchner. Sin embargo, el clima de confrontación generado por la presidenta aleja una buena parte del electorado del kirchnerismo.

Las luchas internas del Peronismo seguirán sucediéndose como siempre. El Peronismo tradicional tratará de cobrarle a la Presidenta varios desplantes y especialmente que se haya apoyado en “La Cámpora” en la campaña por la ciudad.

El ministro de Economía Amado Boudou deja que la economía funcione en piloto automático. La acumulación de desequilibrios (atraso cambiario, fuga de capitales, déficit fiscal creciente, etc.) requerirán una política activa pero no pareciera que el ministro vaya a anticiparse a los problemas. Sin embargo, los economistas locales coinciden en que no existirá una crisis de las proporciones de la vivida en los 90s.

El escenario base incluye una importante desaceleración del crecimiento del PBI de niveles de 8% a 4% anual. Los economistas locales llaman a este escenario soft-landing. El nombre es un poco discutible por la magnitud de la desaceleración esperada. En el resto del mundo, soft-landing significa una desaceleración del crecimiento acompañada por una caída de la tasa de inflación y por una corrección de los desequilibrios de balance de pagos. Ninguna de estas dos condiciones es esperable en Argentina. Nadie espera que baje la inflación ni que cese la fuga de capitales.

La inflación ha sido usada por el gobierno como arma política para disciplinar a distintos sectores. Además el gobierno necesita continuar recaudando el impuesto inflacionario. En el escenario base, la tasa de inflación tendería a seguir aumentando desde el 22/25% anual aunque sin explotar. 

La fuga de capitales se profundizará como siempre en período pre-electoral. Un atraso cambiario que se agravará progresivamente pero continuará siendo tolerable por el alto precio de las materias primas de exportación.

En resumen, habrá que esperar las elecciones primarias para ver las chances de la oposición de convertirse en alternativa de gobierno.
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