Sunday, April 14, 2013

CONTRA-REFORMA JUDICIAL
"...los mecanismos de frenos y contrapesos..." — Enrique Szewach

AM | @agumack

Estoy muy lejos de la Argentina pero mi sensación es que los planes de la Sra. CKF sobre la justicia están creando una tensión poca veces vista. Los lectores de Contrapesos saben hasta qué punto nos hemos esforzado, a lo largo de los últimos años, por explicar el vínculo entre la economía, el marco institucional, los frenos y contrapesos institucionales, la seguridad y el costo del capital. Puede leer decenas de notas en estas secciones del blog: 1, 2, 3. Pero nadie, que yo sepa, se ha atrevido a mencionar el nexo entre la ausencia de independencia judicial y la inseguridad sobre la vida, la libertad y las posesiones. Sin embargo, ahí está precisamente el problema (ver esta nota). Es el elefante en el living-room.

* * *

Ahora solamente quiero recomendar las notas de dos economistas muy conocidos en la Argentina: Lucas Llach y Enrique Szewach (*). Lucas se toma el trabajo de calcular cuántos votos son necesarios para que desaparezca la República — es decir, para que el ejecutivo acapare lo que le falta del judicial (ya tiene al legislativo y al banco central, además de muchísimos medios de prensa). Enrique, por su parte, hace un excelente trabajo de explicación; éstos son algunos de los puntos que trata:

Para los ideólogos de estas acciones, los mecanismos de frenos y contrapesos que la Constitución establece para el ejercicio del poder de las mayorías electorales no son más que rémoras anacrónicas heredadas de otro período histórico de la Argentina y el mundo ... Elijan cualquier país en el que quisieran vivir, si no pudieran hacerlo en la Argentina, y chequeen si allí rige un “modelo” de equilibrio de poderes, frenos y contrapesos, e independencia de los jueces como el que aquí se pretende cambiar, o si rige el “vale todo” de las mayorías.

Que los países a cuyas sociedades les va mejor en términos de calidad de vida, y progreso económico, tengan instituciones que, básicamente, incorporan límites a la discrecionalidad del Estado, e independencia de los jueces, no es casualidad. Es causalidad. Los capitales, el crédito, la inversión y, finalmente, las personas terminan huyendo de países con gobiernos autoritarios donde los derechos humanos y de propiedad están difusos y sujetos a la voluntad de algunos, sin control ni límites judiciales.

De la Argentina se fueron más de US$ 85 mil millones, y el acceso al crédito internacional está vedado o se logra a plazos cortos y a tasas siderales ... la tasa de retorno que se le pide a una inversión cuya propiedad no puede ser resguardada legalmente es muy superior a la normal.

Acaso estas notas, escritas por personas valientes y de enorme capacidad intelectual, contribuirán a evitar una nueva catástrofe institucional en nuestro país.

(*) Lucas Llach: "LIONEL contra la trampa de Cristina", La Ciencia Maldita, 12 de abril de 2013; Enrique Szewach: "La reforma judicial produce ajuste", Perfil.com, 14 de abril de 2013.
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