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"Checks and balances are our only security" — John Adams
[1] Congreso de Viena. Hace doscientos años, a finales de septiembre de 1814, se abría el Congreso de Viena que, con dificultades, pondría fin a las guerras napoleónicas y daría inicio un siglo de paz y prosperidad en Europa. (En América del Sur, en cambio, comenzaba la parte hot de las Guerras de Independencia). Dominique Moïsi rinde un discreto homenaje al Congreso de Viena: "The Congress of Vienna reinstated the principle of the balance of power and ushered in the longest period of peace Europe had known for centuries" (*). De manera immediata e intuitiva, percibimos el vínculo entre equilibrio de poder, seguridad y prosperidad a nivel internacional. Sin embargo, nos cuesta enormemente aplicar el mismo razonamiento al equilibrio de poderes y a la seguridad dentro de un país. Pero el argumento es el mismo.
(*) Domimique Moïsi: "The Congress of Vienna Revisited", Project Syndicate, 25 de septiembre de 2014.
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[2] L'Équipondérateur. Cuando cae el dictador Maximilien Robespierre, en julio de 1794, la idea del equilibrio político vuelve a florecer en Francia. Lo poco que sabemos sobre los autores intelectuales de la Constitución bi-cameral de 1795 lo debemos a Marcel Gauchet (*). Estos autores reinvindicaron el equilibrio, pero no lograron imponer un ejecutivo firme e uni-personal, ingrediente clave del ... equilibrio. Uno de ellos es Pierre-Bernard Lamare (o La Mare), autor de L'Équipondérateur, ou une seule manière d'organiser un gouvernement libre (Paris: An III). No hay versión digitalizada en GoogleBooks. Es posible que Lamare haya traducido, en 1792, la gran obra de John Adams bajo el título Défense des constitutions américaines ou De la nécessité d'une balance dans les pouvoirs d'un gouvernement libre (1, 2). No hay ni puede haber libertad política sin equilibrio, afirma Lamare siguiendo a Adams. Gran verdad que seguimos desconociendo, en Argentina, a costa de nuestros espantosos des-gobiernos.
(*) Marcel Gauchet. La Révolution des pouvoirs. La souveraineté, le peuple et la représentation 1789-1799. Paris: Gallimard, 1995.
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[3] Corporate governance. Soy un hincha declarado de Aswath Damodaran, profesor de 'Corporate Finance' del Stern School of Business de la NYU. El Sr. Damodaran defiende como pocos la importancia del corporate governance—la idea según la cual el poder del CEO debe ser limitado y controlado por los accionistas a través de los directores. Lo fascinante del Prof. Damodaran es que basa esta idea en una analogía con ... la ciencia política (*). ¡Aplaudo! Pero hay un equívoco. En la fase inicial de una compañía —como en la fundación de un país— se necesita un liderazgo firme y (casi) sin control. Es el caso de Solón, Licurgo, Washington, De Gaulle, etc. (Analizo este tema en mi libro de 2009 sobre Mariano Moreno). Al leer la biografía de Steve Jobs por Walter Isaacson tuve un momento eureka: lo mismo sucede en las compañías [ver]. El Sr. Damodaran lamenta que "Google and Facebook are corporate fiefdoms, where founder/CEOs have unchallenged power to do almost anything that they want". Aquí, creo, se equivoca. Estas compañías todavía están en fase de alto crecimiento—el despotismo de sus CEOs es entendible. En algún momento les llegará la hora del corporate governance.
(*) Aswath Damodaran: "Alibaba's Corporate Governance by Politburo: Corporate Governance and Value", Musings on Markets, 16 de septiembre de 2014.
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ReplyDeleteAgustín:
ReplyDelete.....En la fase inicial de una compañía —como en la fundación de un país— se necesita un liderazgo firme y (casi) sin control....
¿Te parece que la famila sería otra analogía?
- ¿Por qué no, papá? (o bien: ¿por qué así?)
- Eso te lo puedo explicar cuando seas un poco más grande, hijo. Pero ahora es porque soy tu padre. [con el eventual contrapeso de la madre].
Está bien, sólo que: ¿hasta qué edad dura el 'por ahora'??
Saludos,
Federico
En los países el gran ejemplo es George Washington. Cansado del desorden, acepta participar en la (ilegal) convención federal de Filadelfia, donde se aprueba la nueva constitución. Fue presidente durante 2 términos, y podría haber continuado. Pero se retira en 1796, dando rienda suelta al sistema de partidos. En las compañias, Steve Jobs es interesante. Poco tiempo después de su muerte se cristaliza la percepción según la cual los mercados en que Apple participa están madurando. Nada en este mundo se hace de manera perfecta, diría Hume: los plazos no los decide la razón, sino las crisis, las muertes, etc.
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