¡REFORMA MONETARIA! ¡HACIA UN NUEVO PESO ARGENTINO!
Por L'Économiste
No hay duda que la tasa de interés tiene un componente institucional, cuya cuantía depende de la historia de un país, y de las reformas a esa historia que podrían proponerse. El caso argentino es el clasico de las malas historias. Default, licuaciones, pesificaciones asimétricas, etc. reflejan los procedimientos más probables. La respuesta de los ahorristas argentinos e internacionales es bien clara: la practicamente inexistencia del crédito al sector público y al privado.
Ya hemos señalado en artículos anteriores las consecuencias de esta situación. No hace falta insistir. La gran pregunta es si podemos cambiar — y en qué deberia consistir dicho cambio. Dada la desconfianza que hemos sabido construir, los cambios deben contundentes para crear la sensacion inversa: la confianza. No se puede caer en la tentacion del gradualismo, ya sea por "razones politicas", o porque no lo entenderian, etc.
Si no hay contundencia no se recobrará la confianza. Esto implica en la práctica una reforma monetaria. No hay muchas alternativas a las ya conocidas y practicadas por muchos países del mundo. Cualquiera que se elija tiene siempre una característica y no tiene vuelta atras: se pierde la "soberania" monetaria. El poder politíco nacional no tiene competencia sobre la moneda.
El caso mas claro es el EURO. Ninguno de los paises que se han adherido al sistema hace "politica monetaria activa". Solo manejan el área fiscal, e incluso dentro de ciertas reglas. Lo mismo sucede con los paises que han dolarizado sus economias; desde este punto de vista, el caso más interesante es Ecuador. No es que conviva una moneda local con el dólar: ¡han eliminado la moneda local!
Hay otros casos como Chile, con su Unidad de Fomento (UF), que ha creado una unidad de cuenta que protege al ahorrista de la inflación interna, y este ajuste nunca fue alterado por el gobierno. Pese a las crisis que existieron y existen, esta regla funciona como el sistema métrico decimal; el Estado sólo se involucra si no se cumple.
En definitiva, el dinero o ciertas unidades de cuenta funcionan sin que el Estado pueda participar en su alteración. Se trata de darle al día 24 horas o al kilómetro 1000 metros: son convenciones "independientes" de la politica. Ella las ha creado porque siempre hay un soporte jurídico. Pero el poder ejecutivo no es soberano en estas materias. Estas reglas monetarias adquieren independencia, y allí reside su credibilidad.
Dicho esto, la Argentina —si quiere recuperar el crédito— debe primero recuperar la confianza en la moneda. Podría elegir una moneda extranjera de alta calidad, el Euro o el Dólar. También podría seguir el peso, pero creando una unidad de cuenta que ajuste activos y pasivos monetarios. En este caso el tema cambiario y sus riesgos seguirían presentes. Probablemente el índice de ajuste no tendría mucha credibilidad, no solo por su composicion sino por la periodicidad en los ajustes.
¡Reforma monetaria! ¡Hacia el Nuevo Peso Argentino!
Existe una alternativa de moneda propia que es la recreación del "peso argentino", que en lugar de estar relacionado directamente con el dólar debería estarlo con una canasta de materias primas y metales preciosos. La ventaja es que dichas materias primas (agropecuarias, metales, energéticas, etc) mantienen su homogeneidad; además, hay indices mundiales que se podrían integrar en la proporcion razonable que el banco emisor determinara.
Esta moneda sí sería "convertible", pero no por otra moneda fiduciaria, sino por mercancia (los indices). Sé que esta propuesta puede parecer una locura, pero dadas las circunstancias mundiales, esta moneda podría tener pretenciones que van más allá de nuestra fronteras. Lógicamente, deberia competir con las otras monedas extranjeras, el dolar y el euro que podrían usarse libremente. Lo que dejaria de existir es el peso que actualmente circula.
Todos esos pesos deberían ser canjeados por el Nuevo Peso Argentino. Su relación con las monedas extranjeras estaría determinadas por el valor de la canasta que representa. El proceso para llegar al punto de canjear reservas y base monetaria debe ser estudiado cuidadosamente y seguramente llevara un periodo de tiempo. Recordemos el proceso del Euro: al canje de la base se llegó luego de cambiar las unidades de cuenta.
Esta última propuesta —la recreación del "peso argentino"— servirá para estimular la creatividad de nuestros lectores.
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L´Economiste: ¿Quién dijo que no hay ideas en la Argentina? Tu nota me sirve para aclarar una par de ideas sobre la noción de "independencia". Tengo una serie de comentarios, pero los reservo para una próxima entrada, a ver si se "arma" un poco de debate antes ...
ReplyDeleteSaludos,
Agustin
Muchachos!!!
ReplyDeleteEn el ultimo siglo cuantas veces cambiamos el signo monetario?
Cuantas veces se incuplieron los contratos y las leyes?
Y no solo por politicos, que pueden no saber ni leer ni escribir,sino por gente como Cavallo,Lavagna,et,etc(supuestos "ilustrados").
Por supuesto que ideas sobran.
Pero continuen los politicos profesionales y los empresarios dependientes del estado y los trabajadores secuestrados por dirigentes millonarios ninguna idea diferente se va a aplicar.
Saludos
ramon c
Ramón. Coincido en general. Yo creo que una reforma monetaria deber formar parte de un paquete más amplio, que incluya independencia judicial, mejoras en la representación, más libertad de prensa, etc.
ReplyDeleteSaludos,
Agustin