Wednesday, November 18, 2009

FRENOS & CONTRAPESOS. CRISIS FISCAL & SISTEMA JUDICIAL: LUIS XV 1771, KIRCHNER 2009
. Jean-Luc A. Chartier. Justice, une réforme manquée 1771-1774. Le chancelier de Maupeou (Paris: Fayard, 2009)

A finales de 1770, la monarquía francesa —en plena crisis fiscal— necesita desesperadamente recursos; el precio de los alimentos se dispara (el ministro de finanzas desea suspender la exportaciones de granos); Luis XV carece de popularidad (corrupción, gastos extravagantes de amantes); los Parlements, que agrupan a los jueces del reino y registran la legislación propuesta por la corona, están en conflicto con el rey por los nuevos impuestos. Para el analista de política comparada –y para el economista político –, la crisis de la affaire Maupeou (1770-1771) es un evento fascinante. El episodio contiene virtualmente todos los elementos de la situación argentina actual: dudas sobre la solidez de los procedimientos judiciales, crisis fiscal, altas tasas de interés, ausencia de crédito público, ataques a la libertad de prensa, corrupción récord.

A comienzos de 1771, René Nicolas Charles Augustin de Maupeou, el super-ministro de Luis XV, ejecuta un auténtico "auto-golpe" a favor del rey. Argumentando que la Corte "necesita impuestos", Maupeou informa a los Parlements que "el derecho de legislar pertenece solamente, de manera completa e independiente, a la corona". Los jueces resisten. El 20 de enero de 1771 a la madrugada, cada juez y cada miembro de Parlements es despertado por dos soldados: o firman los decretos de re-organización judicial y aprueban los nuevos impuestos, o se van al ... exilio (fuera de París). En las jurisdicciones que dependen del exiliado Parlement, Maupeou crea nuevos juzgados (llamados conseils supérieurs), y elimina los cargos anteriores. Nace el "Parlement Maupeou" en la capital. Tras varios meses de caos y huelgas, los abogados aceptan volver a sus puestos en noviembre de 1771, prometiendo una "obediencia pasiva, ciega y sin reservas". Maupeou parece haber triunfado.
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¿Pero triunfa realmente? Cuando llega al poder en 1774, Luis XVI despide al super-ministro y restablece los Parlements. ¡Volvemos a fojas-cero! Las reformas de Maupeou, implementadas a un enorme costo, desaparecen de un plumazo. Johnson Kent Wright describe el auto-golpe de 1771 como una "victoria pírrica": el nuevo sistema funcionó durante tres años, pero terminó por desprestigiar aún más al régimen. Además, fue necesario imponer una dura censura para silenciar a los críticos, con los costos que esto implicaba en materia de libertad de prensa. Para colmo, la crisis fiscal no fue solucionada. Estas son algunas reflexiones/conclusiones del episodio (ver literatura al final).

[1] Proceso debido & crisis fiscal. Como previsto por Montesquieu (fallecido en 1755), la ausencia de proceso implica ... crisis fiscal [ver]. En 1767, un tal Guillaume Monnerat es encarcelado sin testigos —y en condiciones espantosas— por supuesta falta de pago de aranceles de importación. (Además, se trata de un error de identidad, lo que agrava la falta del gobierno). El caso Monnerat es defendido de manera brillante por Malsherbes en su "Protesta" (Remonstrance) de noviembre 1770, en plena crisis por la affaire Maupeou: "Sobre las injustas vejaciones ejercidas contra el Sr. Monnerat". Un hecho notable es que Malsherbes (que tomará la valiente decisión de defender a Luis XVI en 1792-1793) también escribe Remontrances relatives aux impôts. O sea: la crisis fiscal, para este jurista inspirado por Montesquieu, es inseparable de la ausencia de proceso debido.

[2] Diderot & la independencia judicial. A partir del auto-golpe de Luis XV-Maupeou, el enciclopedista Denis Diderot comienza a reflexionar sobre las consecuencias políticas y económicas de la ausencia de independencia judicial. Estas ideas serán plasmadas en sus consejos a Catalina II de Rusia y en la tercera edición de la Historia de las dos Indias (1780), un libro leído en el Río de la Plata por un tal ... Mariano Moreno. El biógrafo Raymond Trousson cita la reacción de Diderot, expresada por primera vez en una carta a la princesa Ekaterina Romanovna-Dachkov de abril de 1771. Se trata de un pasaje notable, porque Diderot identifica la ausencia de independencia judicial como el factor del desliz hacia el despotismo:

Cada siglo tiene su espíritu que lo caracteriza. El espíritu del nuestro parece ser el de la libertad. Nos encontramos ante una crisis que culminará en la esclavitud o en la libertad. Si todos los parlamentos son disueltos, si Francia se ve inundada de pequeños tribunales compuestos por jueces sin consciencia y sin autoridad, revocables a la primera señal de su amo, entonces adiós a todo principio correctivo que impida que la monarquía degenere en despotismo.

[3] Voltaire & Condorcet: el problema de la "corporación de jueces". Sorpresivamente, Voltaire toma distancia de Diderot y de otros philosophes y aplaude abiertamente a Maupeou. El patriarca de Ferney detesta a los jueces de los Parlements (lo mismo sucede con su protegido Condorcet). Tienen un punto: en el sistema antiguo, los jueces no son "funcionarios" de la nación; sus cargos son (oficialmente) comprados y vendidos, y no pueden ser recusados por la Corona. Constituyen una "corporación" sin accountability. ¿Es entonces Maupeou un "progresista" avant la lettre, deseoso de poner fin a la "corporación de jueces" y de hacerlos responsables ante la nación? Es lo que argumenta Jean-Luc Chartier. El problema, naturalmente, es el alto riesgo de politización del sistema judicial. ¡Y esto es precisamente lo que termina sucediendo! "The parlements were abolished in 1771; new courts were established but judges could now be sacked and the judiciary lost its independence" (Nicholas Henshall).

[4] Libertad, representación y recaudación. Como se ve, el caso Maupeou plantea una serie de problemas complejos. Algunos son comparables a los que enfrenta hoy mismo la Argentina: tarde o temprano, el país deberá afrontar la reforma de su semi-colapsado sistema judicial (además de su crónica crisis fiscal). Si seguimos por el actual camino, no habrá ingreso de capitales, ni bajará la tasa de interés de largo plazo, ni aumentarán las inversiones, ni se arreglará la crisis fiscal. El principal aspecto positivo del episodio Luis XV-Maupeou, como bien dice el historiador Durand Echeverria, es la "explosión de ideas" que suscita entre philosophes, abogados y escritores independientes. (Lo vemos claramente en el caso de Diderot). A lo mejor, la crisis argentina generará interesantes debates. En todo caso, mientras más leo sobre Luis XV-Maupeou, y mientras más observo a la Argentina actual, más se afianza en mí una idea: sin independencia judicial, sin proceso debido, sin representación, jamás alcanzará la recaudación de impuestos — y jamás se solucionará la cuestión fiscal.
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Referencias. Elie Carcassone. Montesquieu et le problème de la constitution française au XVIIIè siècle (Ginebra : Stalkine Reprints, 1978) ; Johnson Kent Wright. A Classical Republican in Eighteenth-Century France. The Political Thought of Mably (Stanford University Press : 1997) ; Durand Echeverria. The Maupeou Revolution. A Study in the History of Libertarianism. France 1770-1774 (Lousiana State University Press); Raymond Trousson: Diderot (Paris: Tallandier, 2005); Elisabeth & Robert Badinter. Condorcet. Un intellectuel en politique (Paris: Gallimard, 1988); Nicholas Henshall. The Myth of Absolutism: Change & Continuity in Early Modern European Monarchy (Londres: Longman, 1992).
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