Por AM
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No me agrada escribir estas líneas. Pero la decisión del juez Oyarbide en la causa sobre el enriquecimiento de los Kirchner me lleva a hacerlo (ver el excelente análisis de Joaquín Morales Solá). En los Anales (Libro XI, cap. 5), Tácito comenta el colapso de la justicia durante el matrimonio de Claudio con la bella y ambiciosa Mesalina:
For the emperor's absorbtion of all judicial and magisterial functions had opened up extensive opportunities for illicit gain - Le prince, en attirant à lui tous les pouvoirs des lois et des magistrats, avait ouvert la porte au brigandage - Nam cuncta legum et magistratuum munia in se trahens princeps materia preadendi patefecerat.
Más claro, imposible: unir las funciones ejecutivas a las judiciales es abrir la puerta al robo. Mesalina controla los tribunales y se transfiere a sí misma enormes riquezas. Montesquieu analiza el episodio en capítulo 5 del Libro VI del Espíritu de las leyes; cuando el príncipe ejerce también el poder de juzgar, dice el francés, estamos frente a "una fuente inagotable de injusticias y de abusos". La maniobra de los Kirchner y del juez no está exenta de riesgos: ni Mesalina ni Claudio terminaron sus mandatos.
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