INDEPENDENCIA DEL BANCO CENTRAL: EL ANTI-CLIMAX

"We are independent" — Jean-Claude Trichet

Por AM

El domingo pasado vi la entrevista de Rogelio Frigerio (n) en el programa de Mariano Grondona. Aplaudo la solvencia del Sr. Frigerio: conceptualmente sólido, bien al tanto del contexto de liquidez global, cómodo frente a las cámaras. ¡Muy recomendable! Pero debo decir que —justo al llegar la pregunta de qué hacer frente a la inflación— un sorpresivo y decepcionante anticlimax se apoderó de la pantalla. ¡El Sr. Frigerio no mencionó la independencia del banco central!

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El ultra-politizado BCRK es el obvio causante de la gran inflación argentina. ¿Por qué negar la realidad? Una hipotesis: deseosos de lograr poder, muchos economistas intentan 'vender' su recetas particulares; por eso hablan de 'políticas' y quieren parecer 'expertos'. ¡Pero no es solamente un problema técnico! Es antes que nada un problema institucional de virtud republicana — una insuficiente capacidad de auto-contención.

A pesar de la abrumadora evidencia a nivel nacional e internacional, no he visto ningún 'leading' economista argentino hablar del tema (*). La independencia del banco central es tabú — algo particularmente sorprendente en un país que sufrió dos hiperinflaciones. En todos los países con moneda sólida y baja tasa de inflación, el banco central es independiente del poder ejecutivo. ¡Nadie discute el tenure del cargo de gobernador! (Más sobre este punto pronto).

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Estamos frente a un problema concreto de cultura política. Las consecuencias serán, lamentablemente, muy serias. Mientras tanto, da gusto volver a los precios más razonables —tanto por su nivel como por su dispersión— de Europa...

(*) El más audaz, Enrique Szewach, se refiere a la necesidad de un BCRA autónomo.

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