Por AM
"Ein Gespenst geht um in Europa – Das Gespenst des Kommunismus", reza la legendaria primera frase del Manifiesto comunista de Marx y Engels (1848). En 2011, estamos viviendo escenas revolucionarias como las de 1848, pero con una diferencia: el Gespenst o fantasma no es el comunismo. ¡Es Facebook! ¡Es Twitter! La noticia más saliente de hoy es el anuncio del rey de Marruecos Mohamed VI sobre la introducción de una reforma constitucional con un drástico recorte de sus propios poderes. ¡Facebook & Twitter vs. Marx & Engels! ¡Excelente!
Por lo que se sabe —me guío por El País (*)— la anunciada reforma constitucional incluye la cesión del poder ejecutivo a un primer ministro elegido en elecciones libres. "El Parlamento emanará de elecciones libres y sinceras", recalcó el soberano. Las competencias de la Cámara baja se incrementarán: se consolidará "el papel de los partidos políticos" y se "vigorizará el estatuto de la oposición parlamentaria". Lo verdaderamente revolucionario: la Justicia marroquí se convertirá en un "poder independiente", prometió el monarca reconociendo implícitamente que hasta ahora no lo era. Y agregó: "Es necesario que el ejercicio de la autoridad esté sometido a los imperativos del control y a la rendición de cuentas".
Además, Marruecos adoptará disposiciones legislativas que alienten "el acceso en condiciones de igualdad de hombres y mujeres a los cargos electos". El rey resaltó también que la lengua amazig (bereber), que se habla, por ejemplo, en el Rif, "ocupa un lugar central" y no solo el árabe. Otra reforma: la regionalización (pese a su diversidad geográfica, lingüística y étnica, Marruecos es un país muy centralizado). La nueva Constitución creará unos Consejos Regionales "elegidos por sufragio universal directo" cuyos presidentes ostentarán el poder ejecutivo en lugar de los funcionarios nombrados por el rey, y que hasta ahora lo representan en cada provincia. El Senado se convertirá en una cámara de las regiones.
¡Es la revolución de la auto-contención! ¡La única con posibilidades de triunfar!
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El gesto de Mohamed VI tiene un importante precedente. En 1848, frente a la ola de revoluciones europeas —el "fantasma" de Marx y Engels— el rey de los Países Bajos Guillermo II de Orange se adelanta a los acontecimientos; le encarga a J. R. Thorbecke una drástica reforma constitucional [ver]. El rey cede el poder ejecutivo; se establece la noción de 'responabilidad ministerial'; se refuerzan las autonomías regionales. Los Países Bajos se transforman en una verdadera monarquía constitucional — un ejemplo de libertad, independencia judicial, respeto por las pertenencias. Un ejemplo de seguridad.
El rey Mohamed VI entendió el mensaje. El fantasma que recorre el norte de África no es el comunismo: son los jóvenes que reclaman representación, libertad, división del poder y rendición de cuentas. ¡Los fantasmas son Facebook y Twitter!
(*) Ignacio Cembrero: "Mohamed VI anuncia un recorte de sus poderes en respuesta a las protestas", El País.
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