Thursday, April 28, 2011

¡AHORA ENTIENDO LA ARGENTINA! (EL 'MODELO' FUKUYAMA)
"Freedom is lost when the state is not too strong but too weak" — Francis Fukuyama

Por AM

Desde la perspectiva de Europa del Norte, la Argentina es (a primera vista) imposible de entender. Que un país tan fabuloso esté tan descaradamente des-gobernado por los Menem, los Kirchner, los Moreno, los Alfonsín, los Moyano, los Oyarbide y tantos otros es algo muy difícil de explicar a un holandés o a un noruego. La lectura del impresionante libro de Francis Fukuyama cambia el panorama (*). Por lo menos para mí. De pronto, nuestra sociedad cuasi-tribal —Fukuyama la llama patrimonializada— me parece ahora mucho más lógica y racional. Lo digo en serio: ahora me explico.

Fukuyama plantea varios 'estadios' de desarrollo institucional en las sociedades humanas, según un orden jerárquico: familias, bandas, tribus y Estados. La fase 'superior' de desarrollo institucional es el Estado fuerte PERO SUJETO A UN 'RULE OF LAW', y accountable a los ciudadanos. Es lo que llama el 'camino a Dinamarca' — una metáfora para un país próspero, con seguridad, y relativamente igualitario. La organización cuasi-tribal que prevalece en la Argentina es, obviamente, una situación no-óptima. Nuestra justicia (claramente tribal) es acaso la ilustración más clara de esta imperfección. Las lealtades se expresan siempre en términos de la tribu propia — nunca en términos del Estado [ver].

¡Viva la tribu!
Es evidente que pagamos enormes costos por nuestra organización cuasi-tribal. No puede haber derechos de propiedad modernos en una sociedad patrimonializada: ver la crisis del Parque Indoamericano y/o la ausencia de crédito de largo plazo en moneda nacional. La corrupción es otro fenómeno interesante: un neocelandés no puede entender la tranquilidad con la que tomamos nuestra hiper-corrupción. El punto es que en sociedades tribales, las bolsas llenas de cash, las coimas a los funcionarios y las enormes transferencias a amigos NO SON CORRUPCIÓN. Cada tribu que controla la suma del poder público hace exactamente lo que se espera de ella: distribuye recursos en función de sus propias lealtades. ¡Todo 100% normal!

¿Porqué lo aceptamos? Ahí está la clave. Ahí es donde el libro de Fukuyama aporta muchísimo. Los argentinos aceptamos nuestra sociedad cuasi-tribal porque las alternativas nos parecen peores. No hace falta decir gran cosa sobre el estadio inferior de desarrollo institucional: varias veces en el pasado reciente —saqueos de 1989 y 2001— hemos vivido el descenso a una 'sociedad' dominada por bandas semi-organizadas. ¡La tribu es muy superior! La famosa 'patota de Duhalde', lista para actuar en 2002 contra eventuales saqueadores, es un claro ejemplo de la tremenda racionalidad de nuestra sociedad cuasi-tribal. ¡Es infinitamente superior a la anarquía de las bandas!

En otras palabras: el Estado patrimonializado no es una organización óptima, pero aparece como un tolerable second best. Los argentinos lo vemos como una solución lógica frente a un hipotético regreso a la anarquía del año 1820 o al Estado fuerte pero no-accountable de 1976-1983. ¡Ni bandas ni dictadura! ¡Muy racional! Como nadie —absolutamente nadie— plantea un ESTADO FUERTE PERO SUJETO A UN 'RULE OF LAW' y accountable, nos disponemos a elegir entre distintas 'tribus': digamos K o Macri. Nada más normal. La Argentina es, después de todo, mucho más racional de lo que yo pensaba. Gracias, Fuku.

(*) Francis Fukuyama. The Origins of Political Order, Vol. 1 (New York: Farrar, Strauss & Giroux, 2011) [web] [Nicholas Wade: "From ‘End of History’ Author, a Look at the Beginning and Middle", The New York Times] [video]. Estoy preparando una reseña para Contrapesos.
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5 comments:

  1. Me sorprende su reiterada admiración por el profesor Fukuyama, cuya principal obra (El fin de la historia) se ha demostrado un tremendo fiasco.

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  2. Ehhhh, no hacemos argumentum ad hominem en "Contrapesos"!!! Por otra parte, estoy por escribir una reseña -- y tengo una crítica bastante dura.

    AM

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  3. exelente explicacion, aunque creo que la expresion "second best" deberia traducirse por "malo pero menos que el otro."

    dicho esto, creo que estamos a frente otro panorama: no se siente quien es peor, y no se ve' ninguna alternativa.
    no hay ningun" second best" or "worst".

    se sabe que no hay instituciones y por lo tanto, no hay nada.
    se conoce los graves riesgos, pero no hay opciones.
    el horizonte es de probar de entender o que piensan "dirigentes" que no tienen la menor idea y quieren saber lo que piensan los otros.

    sin instituciones no se puede elegir un second best institucional, no tiene sentido de estudiar lo inexistente.

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  4. Hace mucho Grondona escribió en La Nación (algo así como) que en cualquier país serio la política tiene para moverse un campo delimitado por un lado por la burocracia profesional del Estado, y por otro los límites que le impone la Corte Suprema de Justicia.

    Argentina rebalsó.

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  5. Muy bueno!!. Esta interpretación (creo) puede aplicarse a n/país. El problema es que tenemos que dejar de pensar con el bolsillo. Saludos

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