RIVER PLATE

Por AM

Me mandan desde Buenos Aires una 'cargada' por el descenso de River Plate a la Primera B. Me permito recordar a los lectores que hace dos años anuncié que dejé de ser hincha de River [ver]. Me había cansado de la hiper-corrupción, de los 'borrachos del tablón', de Ortega, del des-gobierno, de las mafias, de los asesinatos. Ahora River pierde la categoría: no me sorprende, ni me entristece. Se la buscaron.

En otra entrada sugerí estos puntos: (a) el fútbol argentino necesita capital, pero la corrupción espanta al capital; (b) sin capital, los clubs argentinos no tienen otra salida que actuar como periferia exportadora de talento. Recapitulemos: hay corrupción (por falta de contrapesos); falta capital; la propiedad es incierta (¿DE QUIÉN SON LOS CLUBS ARGENTINOS?); los clubs actúan como periferia exportadora; hay inseguridad y violencia. Cualquier parecido con el país y con el des-gobierno de la Sra. Cristina no es casualidad. Lo dejo con el comentario de La Vanguardia:

La caída del River es también un síntoma de la decadencia del fútbol argentino. No la de sus buenos jugadores, repartidos en toda Europa, sino del campeonato local, que ve cómo los buenos futbolistas se marchan  al extranjero cada vez más jóvenes, descapitalizando de talento deportivo a los clubes para obtener unos beneficios económicos que se acaban esfumando rápidamente (*).

(*) Robert Muir: "La conmoción deja 68 heridos", La Vanguardia.
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