EL 'RAAD VAN STATE' O CONSEJO DE ESTADO DE LOS PAÍSES-BAJOS

AM | @agumack

"Checks and balances are our only security" — John Adams

[Ver nota 1: "Roberto Gargarella y los Checks & Balances", 28 de enero 2023; nota 2: "Suecia y el Council on Legislation", 12 de febrero 2023]

La entradas anteriores contienen referencias al principio de mezcla en el poder legislativo en Alemania y en Suecia. El Bundesverfassungsgericht y Lagrådet actúan —bajo la perspectiva del πολιτεία μικτή, politeía mikté, constitución mixta o régimen mixto—, como el elemento oligárquico / aristocrático / meritocrático del poder legislativo. Para John Adams —acaso el más 'europeo' de los Founding Fathers de los Estados Unidos—, el poder legislativo debía reflejar, además de la separación de poderes, el principio antagónico del gobierno mixto con sus tres componentes: el monárquico (poder de veto del presidente), el aristocrático y el democrático (*).

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Estas líneas ofrecen una nueva ilustración, en pleno siglo XXI, de este gran principio: el Raad van State o 'Consejo de Estado' en los Países Bajos. Viví casi diez años en lo que llamo el 'Pequeño Gran País' (2001-2010). Por esas cosas de la vida, tengo la nacionalidad holandesa además de la argentina. Siempre admiré la sensación de libertad y seguridad que se vive en los Países Bajos. Dos pequeñas anécdotas antes de comenzar:

(1) Tras ganar una fortuna por la venta de una empresa, un amigo tuvo que pagar un millón de euros en impuestos. Esto me dijo (todos hablan inglés): "I wish my father were alive to see me paying one million euros in taxes". O sea: estaba increíblemente orgulloso de pagar impuestos. 

(2) Grandísimo dicho de un político holandés: "Wie zich niet veilig voelt, voelt zich niet vrij". El que no se siente en seguridad, no se siente libre. Ésta es precisamente la idea del régimen mixto: la seguridad sobre la vida, la libertad y las posesiones. 

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El principio monárquico 'soft'

El Consejo de Estado tiene una larga historia, muy ilustrativa. El Consejo es presidido por el Rey de los Países Bajos. El Príncipe o Princesa de Oranje, a partir de los 18 años, pasa a ser automáticamente miembro del Raad. Se trata de posiciones formales, ya que el Consejo está presidido 'de facto' por el vice-presidente. La familia real cumple funciones esencialmente ceremoniales, pero estas formalidades deben ser respetadas:

Koning Willem-Alexander is Voorzitter van de Raad van State [....] Koningin Máxima is geen lid, maar heeft zitting in de Raad van State en in de Afdeling advisering. Prinses Amalia heeft vanaf 7 december 2021 toen zij 18 jaar werd, 'van rechtswege' zitting in de Raad van State en in de Afdeling advisering. Dat is geregeld in de Grondwet. Leden van het Koninklijk Huis die zitting hebben in de Raad van State mogen aan de beraadslagingen in de Raad en in de Afdeling advisering deelnemen.

Es un punto clave, que no se entiende bien en la Argentina. Aunque en los Países Bajos predomina el principio democrático —bajo control 'oligárquico' como veremos—, la presencia de la familia real en Consejo de Estado, establecida por la constitución, tiene un propósito sutil: en el hipotético caso de un vacío de poder, el rey estaría formalmente habilitado para actuar y restablecer la democracia—como hizo Juan Carlos I en España en 1981 ante el intento de golpe de Estado 'neo-franquista'.

Dada la larga tradición de compromiso con el rule of law de la familia Oranje, el consenso en la población sería muy grande. Es lo que llamo, siguiendo al Prof. Alexander Thiele, el principio monárquico 'soft' [ver]. Es una pena que esta tradición genere tanto rechazo en la Argentina, a pesar del apoyo que le dieron dos enormes personajes históricos: Manuel Belgrano y José de San Martín, ambos partidarios de una monarquía temperada—la monarchie tempérée de Benjamin Constant [ver].

El liderazgo potencial, o de 'última instancia', del monarca de los Países Bajos es una brutal línea de defensa contra el abuso de poder, y uno de los puntos fuertes de las monarquías modernas frente a las repúblicas. Como bien sabemos en la Argentina, una situación de vacío de poder se salda irremediablemente con la entrada en escena de un caudillo peronista —un Menem, un Kirchner— que no tarda nada en concentrar la suma del poder político.

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El principio oligárquico-aristocrático-meritocrático
En los Países Bajos las propuestas legislativas tienen que pasar por el Raad van State, que controla su conformidad a la constitución. El vaivén de la legislación entre el gabinete de ministros y el Consejo ilustra el papel legislativo de este cuerpo 'elitista', compuesto por solamente 60 personas que no han sido elegidas democráticamente, y que incluye miembros del poder judicial. Prevalece la mezcla por encima de la separación de poderes:

The Council of State checks whether the bill is well-drafted and not unconstitutional. The advice from the Council of State is followed by a response from the minister and by an amendment of the text, if necessary [...] Members and State Councillors are appointed for life by Royal Decree, though members of the Advisory Division may be appointed for a fixed term.

Members and State Councillors are appointed on the basis of their expertise and experience in legislative, administrative or judicial matters. They are drawn from the ranks of academia, public administration, the judiciary and government. Members and State Councillors who work solely in the Administrative Jurisdiction Division must have legal background.

En mi Índice de Contrapesos, Alemania, Suecia y los Países Bajos siempre figuran en muy buena posición. Ceci explique peut-être cela.

(*) Este punto está muy bien analizado en C. Bradley Thompson. John Adams & The Spirit of Liberty (University Press of Kansas, 1998). Menos convincente es Richard Alan Ryerson. John Adams. The One, the Few and the Many (Baltimore: Johns Hopkins University Press, 2016). De todas maneras, se percibe en los analistas estadounidenses una clara tendencia a despreciar el origen europeo de muchas ideas de Adams. Las citas en otros idiomas brillan por su ausencia, lo que hubiera sorprendido al políglota Adams ("Madison y Adams, 1817", Contrapesos, 2021).

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