"Alas poor Italy!" — David Hume
Por AM
David Hume le escribe a Montesquieu en abril de 1749 para agradecer el envío del Espíritu de las leyes. (El escocés ya había leído el libro mientras trabajaba como diplomático en Italia). Significativamente, Hume y Montesquieu intercambian cartas y libros por medio de un tal John Stewart, importador de vinos de la zona de Bordeaux, donde el filósofo tiene viñedos. Las ideas circulan junto a las mercancías: lo veremos unas décadas más tarde con Mariano Moreno y el negociante de Connecticut David DeForest (el de la Avenida Forest en Belgrano R). Otra curiosidad: Hume escribe en excelente francés. El francés era entonces la lingua franca de los diplomáticos; pero dada la perfección de la carta desde el punto de vista gramatical, supongo que algún colega le habrá dado una mano. La edición de las Letters of David Hume contiene otra breve carta a Montesquieu, fechada en Edimburgo (junio de 1753), justo después de una dirigida a Adam Smith. Estos textos anticipan la lectura del Espíritu de las leyes que más me interesa: dar importancia a la independencia judicial, al crédito, a la recaudación impositiva y a la balanza de pagos, y dejar de lado el clima y ... las costumbres del Japón. El propio Montesquieu percibe la relevancia de las reflexiones de Hume: archiva la carta con notas para una nueva edición de su obra.
[1] Gobierno mixto, independencia judicial. Hume le recomienda a Montesquieu un pasaje de las Historias de Polibio sobre el origen de las leyes de Creta y Esparta, prueba de la gran atención prestada al "creador" de la teoría del gobierno mixto. Luego el escocés comenta brevemente la entrada en escena de Cromwell, que define como "la perte totale de nos libertés". Es decir: importa menos el locus del poder que la manera en que se ejerce — la república con Parlamento uni-cameral puede ser más despótica que la monarquía con Parlamento bi-cameral. Después viene la cuestión de la independencia judicial. Hume defiende la posición de Montesquieu sobre los cargos privados y hereditarios de los jueces del Antiguo Régimen (la venalité des charges). No será un arreglo óptimo, pero tiene un gran mérito: da a los jueces "la liberté et l'indépendance" con respecto a la Corona. Hume aplaude una organización de la justicia en la cual "las relaciones de sus jueces con la gente de la Corte [se refiere al rey, al poder ejecutivo] son infrecuentes". Veinte años más tarde, estalla el debate sobre la naturaleza de los cargos judiciales con las reformas de Maupeou, que dividen a los philosophes y llevan a Diderot a escribir unas líneas memorables sobre la independencia judicial [ver].
[2] Crédito, recaudación & balanza de pagos. Entramos en la parte "económica" de la carta de 1749. Hume hace algunos comentarios sobre la "privatización" o "terciarización" de la recaudación impositiva; no es un principio que aconseja, pero sugiere estudiarlo de cerca para copiar algunos de sus métodos. Luego Hume le refiere la aprobación suscitada en Inglaterra por el Espíritu de las leyes, con una curiosidad importante: Lord Bath ha elogiado a Montesquieu en el Parlamento en Londres. Encantado, el francés escribe: "L'approbation de Lord Bath est la meilleure pièce de mon sac". El punto es importante, porque el Lord es la persona que inspira una de las grandes ideas económicas del Espíritu de las leyes: A MÁS SEGURIDAD Y LIBERTAD, MÁS RECAUDACIÓN. Luego vienen comentarios sobre el sistema bancario y el crédito público, en los que Hume destaca la importancia de lograr bajas tasas de interés para favorecer el comercio. Finalmente, la carta contiene la primera tentativa del filósofo-historiador-economista escocés de explicar el ajuste de la balanza de pagos vía diferencias salariales. Curiosamente, esta misma idea está siendo debatida hoy [ver]. Analizando la relación entre los dos escritores, James Moore afirma que Hume adopta —en su presentación de los temas económicos para los Political Discourses (1752)— el orden detectado en el Espíritu de las leyes.
Recursos. J.Y.T. Greig (ed). The Letters of David Hume, Vol. 1 (Oxford: Clarendon Press, 1969). La carta de abril de 1749 está parcialmente traducida al inglés; significativamente, omite la parte política: ¡absurda separación! James Moore: "Montesquieu and the Scottish Enlightenment", en Rebecca E. Kingston (ed). Montesquieu and his Legacy (Nueva York: State University of New York Press, 2009), pp. 179-195.
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