LUCAS LLACH & LA INDEPENDENCIA DEL BANCO CENTRAL
Por AM
Luchas Llach, del excelente blog La Ciencia Maldita, arremete contra la idea según la cual el BCRA era independiente del poder ejecutivo bajo Martín Redrado [ver]. ¡Cien por cien de acuerdo! Hay varias cosas para notar. La primera se refiere al vocabulario. Lucas menciona la palabra "independencia" y —como asustado por su propia audacia— revierte a la menos jugada "autonomía". Interesante: todo un tema sobre la naturaleza del lenguaje republicano, que merece ser estudiado de cerca [ver]. Sobre la cuestión de fondo, no hay con qué darle al principal argumento: el Sr. Redrado "ponía el dólar" allí donde lo dictaba Néstor Kirchner (este argumento figura en su discusión por Twitter). En su momento, llamé a esta política Bretton Woods II: privilegiar la acumulación de reservas dolarizadas como mecanismo para asegurar un tipo de cambio débil — aún a costa de inevitables presiones inflacionarias.
Hay al menos dos argumentos adicionales sobre la falta de independencia del BCRA bajo Martín Redrado. El primero es haber aceptado modificaciones a la Carta Orgánica para acomodar la demagógica operación de desendeudamiento con el FMI en 2005. En ese mismo instante, en medio de una euforia sin precedentes (si bien recuerdo, Perfil comparó a Néstor Kirchner con San Martín), escribí sobre el 'costo institucional' de la operación: menos independencia del BCRA, más inflación futura. Lamento decir: "¡Bingo!" Luego vino la crisis de 2008. Versiones periodísticas aseguran que Martín Redrado le abrió las puertas del BCRA al Sr. Kirchner —que era entonces un ciudadano común— para evaluar la situación en materia de reservas internacionales. ¡Inadmisible! Así las cosas, sucedió lo previsible: el BCRA fue descartado de la gran operación global de swaps de octubre de 2008 [ver]. Confirmando el desprestigio de nuestro banco central, la Reserva Federal optó por el Banco de México y por el Banco Central do Brasil.
Pero aún hay algo que decir sobre el Sr. Llach y la independencia del banco central. En una entrada sobre la crisis del euro, el economista admitió que había subestimado el impacto de las compras de bonos por parte del Banco Central Europeo. ¡Ahí está precisamente el punto! Un banco central no es independiente porque compra o porque no compra bonos. Un banco central es independiente porque se niega a actuar bajo presión del poder ejecutivo (*). A lo largo de 2010, Angela Merkel presionaba a Jean-Claude Trichet para que NO COMPRARA bonos soberanos. El Sr. Trichet lo hizo, y de manera magistral. La operación coincidió con una fuerte baja en los spreads de Credit Default Swaps a lo largo de Europa. ¡Excelente! En otras palabras, el BCE demostró su independencia al comprar bonos. Estas cosas no suceden a menudo, pero es importante evaluarlas en su verdadera dimensión.
(*) Adam Posen: "When Central Banks buy bonds. Independence and the power to say no", Barclays Capital 14th Annual Global Inflation-Linked Conference, New York, 14 de junio 2010. (Lo vi en el blog de Paul Krugman) [ver].
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