"...the powers of Eloquence" — John Adams
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Por AM
Leo y releo a Mariano Moreno, y sigo encontrando novedades. La más importante con respecto a mi libro de 2009 está referida al papel crucial de la elocuencia. El Secretario de la Junta invierte largas horas de su valioso tiempo para mejorar su elocuencia. Estudia, lee a los clásicos, toma notas, traduce, re-escribe, parafrasea. Anota palabras y expresiones de una enorme variedad de libros (mi archivo de Word, en el que identifico estas fuentes, llega ahora a las ... ¡97 páginas!). ¿Hablaría solo frente al espejo? Estoy seguro que sí. La elocuencia, me doy cuenta estudiando estos textos, es mucho más que una manera de decir las cosas. Es también la aplicación de un estilo literario, la graduación de las impresiones, la introducción de sorpresas, la inclusión de efectos retóricos.
¡Y ES LA CREACIÓN DE UN VOCABULARIO REPUBLICANO!
Mariano Moreno innova profundamente; crea un vocabulario republicano que no existía en el Río de la Plata. A doscientos años de estos eventos, me pregunto si la elocuencia no es ... el mayor problema de la oposición. Tome el caso del Sr. Alfonso Prat-Gay [foto de Wikipedia.org]. Su pinta y su óptima preparación técnica lo convierten —a primera vista— en un político formidable. ¿Pero habla bien? ¿Convence realmente? (Ojo: no digo que yo lo haría mejor ... ¡para nada!). La enseñanza de Moreno es clara: la elocuencia se estudia, se adquiere, se trabaja. Para un político, es tan importante como el 'contenido' en sí. Atento lector de Tácito, Moreno sabía que solo puede haber elocuencia si hay libertad política.
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Otra cosa. Debemos ampliar y mejorar el vocabulario republicano. Muchos columnistas todavía se refieren —de manera arcaica— a la "independencia del Poder Judicial" (con mayúsculas). La expresión correcta es: independencia judicial. No hay nada más absurdo que un ministro de la Corte Suprema. ¡Es el lenguaje del poder ejecutivo! Aquí no temenos vocabulario; no tenemos el equivalente de Justice, ni de Chief Justice, ni de Garde des Sceaux. Propongo "Juez" con mayúscula para los integrantes de la Corte. ¿Y qué hay de la independencia del banco central? Esta idea, INDISCUTIDA en cualquier democracia exitosa, nos llena de pánico en la Argentina. Apenas hablamos de la autonomía del banco central. Ser elocuente es también ser valiente: Moreno pagó su elocuencia con ... su vida.
Mariano Moreno utilizaba expresiones patéticas para suscitar emociones, despertar pasiones y crear vocaciones. Siguiendo al abate Mably, establecía un vínculo explícito entre felicidad y Constitución. ¡Magnífica demostración de elocuencia! ¿Por qué no retomar, precisamente, la bandera de la felicidad? ¿Por qué no afirmar la (obvia) identidad entre felicidad y seguridad? Seguridad es felicidad [ver]. Seguridad es modernidad [ver]. Seguridad es innovación [ver]. Seguridad es libertad [ver].
La elocuencia, amigos, la elocuencia.
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