LA TRIBU & EL VOTO CONSERVADOR
"Ogni vera storia è storia contemporanea" — Benedetto Croce

Por AM

Pasada la decepción, llega la hora del análisis. Dos datos permiten explicar el triunfo de la Sra. Cristina en las elecciones primarias. El primero es la liquidez global. Con la Liquidez Dolarizada Global creciendo al 14.8%, una derrota electoral resulta prácticamente imposible. Es más: uno puede dedicarse tranquilamente a des-gobernar, sabiendo que será reelegido. En mayo pasado escribí, en base a la situación de liquidez: "Decididamente, la Sra. Cristina tiene la re-elección servida en bandeja". ¡Bingo!

Segundo dato: nuestra cultura política tribal (1, 2). Una sociedad de tipo tribal o patrimonializada es esencialmente conservadora. La razón es fácil de entender. Como jamás hemos alcanzado la fase superior del desarrollo institucional —un Estado fuerte, pero sujeto a los principios de rule of law y accountability— le tenemos pánico a toda innovación política. No vaya ser que, en el camino, recaigamos en el caos de las bandas semi-organizadas (1820, 1989, 2002). Si algo quedó claro en el voto de ayer, es que fue un VOTO CONSERVADOR. La Argentina vota por conservar un esquema político subóptimo pero que —en un escenario de alta liquidez global— alcanza para evitar lo que Mariano Moreno llamaba "los horrores de la anarquía." (*)

(*) No hay ni puede haber derechos de propiedad modernos, ni independencia judicial, en una sociedad patrimonializada: ver las crisis de las villas-miseria, del Parque Indoamericano, de Jujuy, etc. Pero los derechos de propiedad son (terminología de Fukuyama) good enough para mantener el statu quo.
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