Saturday, June 3, 2023

CONSEJO DE ESTADO O 'LEGISLATIVO'. VICTORIÁN DE VILLAVA SUPERSTAR

AM | @agumack

"La potestad judicial debe hallarse del todo separada de la corona" — Victorián de Villava

No soy abogado ni politólogo pero, por esas cosas de la vida, me pasé los últimos veinte años leyendo sobre el gobierno mixto, la separación de poderes y los contrapesos institucionales. Cada vez parece más claro que el principio normativo de 'división de poderes' [1] es completamente insuficiente para evitar el peor mal que aqueja a la Argentina: el abuso del poder. Se requiere algo mucho más contundente para preservar la libertad y salvar la democracia.

* * *

En mis investigaciones sobre las fuentes de Mariano Moreno [ver] no he mencionado un personaje importante: Victorián de Villava (1747-1802). Sé muy poco sobre él [2]. Para el tema que quiero tratar hoy, bastan unas magníficas y potentes líneas parafraseadas por Eduardo Dürnhöfer. Victorián de Villava propone:

(a) Consejo Supremo. La principal incumbencia del Consejo Supremo de la Nación es "revisar la legislación, examinar las leyes y darles o no el pase, pero siempre con aprobación del soberano [...] Ve en ese consejo un cuerpo legislativo intermedio entre el rey y el Pueblo.

(b) Independencia judicial. "La potestad judicial debe hallarse del todo separada de la corona. Si la Justicia se ejerciera desde el Trono, no habría seguridad real ni personal alguna". Para su mayor independencia [...] la justicia debe ser una para todos sin que la riqueza sirva para hacer diferencias.

Gobierno mixto y separación de poderes
Los puntos mencionados reflejan las más venerables tradiciones políticas del mundo Occidental—el gobierno mixto y la separación de poderes. Se puede lograr hoy mismo en la Argentina, sin necesidad de modificar la constitución. El próximo presidente puede simplemente nombrar un informal Consejo de Estado —o, siguiendo el término sueco Lagrådet— un Consejo Legislativo. El presupuesto viene de los (muy numerosos) asesores.

El principal papel del Consejo es claro: establecer si las propuestas legislativas son conformes a principios generales de legislación, derechos humanos y Constitución de la Nación Argentina. No más leyes de alquileres absurdas, cepos, y tantas otras barbaridades. Para que el Consejo tenga 'dientes', el próximo presidente/a se compromete —en el instante de asumir— a vetar toda propuesta que no cumpla estos criterios.

* * *

Prácticamente de un plumazo, tendríamos de hecho un poder legislativo formado por los tres grandes elementos de la constitución mixta—el elemento democrático, el elemento ejecutivo y el elemento meritocrático. El absurdo rousseauismo según el cual una facción política se auto-atribuye la representación del 'pueblo' quedaría relegado a un segundo plano. 

Todo depende, naturalmente, de dos puntos: (a) el prestigio de los miembros del Consejo (debe ser top); (b) el compromiso del presidente/a de vetar todo lo absurdo que venga de los legisladores. Debe ser un compromiso firme. No sería fácil: se requiere un liderazgo del nivel de Mariano Moreno, Manuel Belgrano, José de San Martín.

Pero se puede.

Bajar la presión sobre la Corte
El esquema de judicial pre-view —en lugar de (o junto a) judicial re-view— funciona hoy, entre otros países, en Alemania [ver], Austria, Suecia [ver], los Países Bajos [ver], España, Letonia [ver]. Las tasas de interés bajarían de inmediato porque los oferentes de crédito sacarían una serie de conclusiones: más respeto por el cumplimiento de los contratos, más seguridad sobre las posesiones, más seguridad jurídica.

Como decía Ferdinando Galiani [ver]:

... e saranno tutti i ricchi inclinati a prestare.

El impacto sobre el mercado de crédito sería especialmente visible si el anuncio va de la mano del reemplazo del Banco Central por un Banco Federal de Reserva independiente, manejado también con criterios de gobierno mixto como el Riksbank sueco [ver]. La consecuente baja en las expectativas inflacionarias generaría amplio apoyo popular.

Victorián de Villava seguramente intuía que un Consejo de esta naturaleza pondría paños fríos al (natural) conflicto partidario. Es muy difícil que la Corte Suprema de Justicia no sea vista como 'politizada' cuando debe decidir sobre conflictos partidarios. Un Consejo de Estado o Legislativo permitiría disminuir la absurda presión sobre la Corte al desmantelar de antemano todo intento demagógico y al cortar de raíz la naturaleza 'winner-takes-all' del sistema político. 

Gracias al Consejo de Estado o Consejo Legislativo, los contrapesos institucionales serían mucho más robustos. No dependeríamos de la fantasía según la cual los políticos 'deben respetar la división de poderes'. En los países con bajas tasas de interés y de inflación, los contrapesos se refuerzan mutuamente. El resultado: más justicia, mejores salarios, fin de la crisis fiscal crónica.

¡Victorián superstar!


[1] ¿Por qué seguimos hablando de división de poderes en la Argentina? Separación de poderes es más correcto (1, 2, 3, 4, 5, 6).

[2] Ver Eduardo Dürnhöfer. Mariano Moreno (Buenos Aires: Editorial Dunken, 2000). Patricio José Clucellas. 1810. Revolución de dos mundos. La presencia de España en el Mayo rioplatense (Buenos Aires: Editorial Torre de Hércules, 2012). Noemí Goldman. Mariano Moreno. De reformista a insurgente (Buenos Aires: Edhasa, 2016). Felipe Pigna. La vida por la patria. Una biografía de Mariano Moreno (Buenos Aires: Planeta, 2017). 
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