Friday, April 30, 2010

COSAS VISTAS ...
"... le bon goût excerce une véritable influence politique" — Mme de Staël

Por AM

- Joaquín Morales Solá, los "K" & Mme de Staël. Excelente nota de Joaquín Morales Solá sobre las groserías de los "K" y su entorno. "Decadencia", "tosquedad intelectual", "vulgar temor" son algunos de los términos utilizados por el columnista para describir el estilo verbal de nuestros gobernantes. Leyendo la nota, recordé pasajes de Mme de Staël [wiki] —para mí la autora top de finales del siglo XVIII/comienzos del XIX— sobre el vínculo entre grosería y autoridad política. En De la littérature considérée dans ses rapports avec les institutions sociales (1799) [Google Books], Mme de Staël llama la atención sobre la "grosería revulsiva" del discurso político desde la Revolución, repleto de palabras "groseras o crueles", "burlas", "furor", etc. Pero aquí viene lo interesante. Mme de Staël vincula grosería a pérdida de autoridad. El buen gusto inspira respeto y confianza, lo que permite a los políticos lograr su objetivos de manera pacífica. Esto es particularmente cierto en democracias, donde los gobernantes necesitan conquistar "todas las señales posibles de superioridad" — en cambio, un rey nace con los atributos del poder. Los gobernantes que "ensucian su alma" con groserías pierden autoridad y deben recurrir a la violencia. "De esta manera el buen gusto ejerce una verdadera influencia política". (Una apuesta: pronto los jueces de la Corte Suprema vestirán togas para afirmar su dignitas y auctoritas frente a la frivolidad reinante. Recuerde: ¡lo leyó aquí primero!)
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- Panorama de liquidez global: ¡y los shorts cubren! En mi página de Twitter anuncié el otro día que los "shorts" cubrirían sus posiciones. Pocas horas después llegó la presentación de Goldman Sachs [NYSE: GS] en el Senado y el downgrade de la deuda pública de Grecia, y las Bolsas hicieron lo contrario de lo que esperaba. C'est la vie! Pero lo inevitable finalmente sucedió: frente al fenomenal "boom" de liquidez, los 'shorts' están cubriendo. ¡Excelente! Un hecho notable sobre el actual episodio de flight-to-quality es que no se está reflejando —al menos por ahora— en spreads corporativos. El spread Moody's Baa —nuestro **GRAN PRONOSTICADOR**— acaba de operar en 237 bps. La única suba que noto es en un segmento de "Junk Bonds", al cual prestaré particular atención: si continúa esta suba, y si la Bolsa de Shanghai no acompaña a Wall Street, nuevas correcciones pueden aparecer en el horizonte. Mientras tanto, la Liquidez Global Amplia cierra la semana en +98.5%. Si bien seguimos en territorio cómodamente "bullish" para los activos de riesgo, esta tasa es la más baja desde octubre, lo que refleja comparaciones cada vez más difíciles — lo mismo sucederá tarde o temprano con las ganancias de las compañías.
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Wednesday, April 28, 2010

LA IN-SEGURIDAD DE LA TENENCIA: EL PROBLEMA No.1 DE LA ARGENTINA [VERSIÓN PRELIMINAR]
"The judge should not be liable to be removed from his office" — Adam Smith

Por AM

La ausencia de frenos y contrapesos institucionales es la gran debilidad política y económica de la Argentina. Esta es la principal tesis que defendemos en este blog. El resultado es conocido por todos: altas tasas de interés y de inflación, inseguridad, desigualdad, miseria — todo esto en un país increíblemente dotado en recursos naturales. Leyendo el excelente artículo de Jean-Louis van Gelder, tuve un breve "momento eureka". Encontré otra manera de expresar el problema. Se me ocurrió simplemente ampliar el alcance de las ideas sobre tenure security. Me explico. Jean-Louis van Gelder se especializa en el análisis de la propiedad —o mejor dicho: posesión— en las villas-miseria de la Argentina. Analizando críticamente las ideas del economista peruano Hernando de Soto, van Gelder piensa que la solución "mágica" de otorgar títulos de propiedad es demasiado ... simplista. Es necesario contemplar de manera paralela los aspectos de iure y de facto de la posesión.

Leyendo estas líneas, mi mente "viajó" hacia otro tipo de tenure o tenencia: los cargos de jueces y de presidente del banco central. Salvando las distancias, estamos frente a problemas similares. NO ESTÁ ASEGURADA LA TENENCIA DE ESTOS CARGOS. No hay tenure, damas y caballeros. Y esto no solamente ocurre en la posesión de espacios físicos en las villas: ¡Tampoco hay tenure asegurada para jueces y banqueros centrales! A comienzos de 2010, la crisis del BCRA mostró cómo un impecable regimen de iure —que los propios brasileños deseaban imitar— corría "por detrás" de la realidad de facto. Precisamente, los estudios más recientes privilegian la tenencia de facto del cargo de presidente como criterio-clave para evaluar la independencia del banco central. Los absurdos proyectos de diputados "K" sobre el control parlamentario de los jueces van exactamente en la misma dirección. Se trata de destruir la estabilidad de la tenencia.

Tenencia & cultura política
En los países con bajas tasas de interés y de inflación, los altos cargos en el ámbito judicial y monetario son considerados "tenencias". De ahí la palabra tenure, que evoca el sentido de permanencia dado por la posesión. En Inglaterra, la tenencia de los jueces es asegurada en 1701 con el Act of Settlement, pilar de la noción moderna de independencia judicial. En siglo XVIII francés, Montesquieu considera la tenencia de los cargos de jueces como una propiedad que ni el rey puede revocar — un eficaz contrapeso a la natural tentación despótica del poder ejecutivo. En abril de 1749, David Hume le escribe para expresar su acuerdo con este arreglo institucional que asegura la "liberté et l'indépendance" de los jueces con respecto a la Corona [ver]. Cuando llega el "golpe judicial" de Maupeou en 1771, Denis Diderot escribe una memorable carta a la princesa Ekaterina Romanovna-Dachkov sobre el problema de jueces "revocables a la primera señal de su amo" [ver]. Todavía en 1803, en el famoso fallo Marbury v. Madison [ver], el juez John Marshall establece que el cargo de juez de paz constituye "possession, property".

En nuestra cultura política, la noción de tenencia en cargos-clave —jueces y presidente del BCRA— es prácticamente inexistente. Los cargos son vistos como favores. La posesión implica independencia; el favor, en cambio, genera dependencia. No estoy sugiriendo un retorno a la Francia de Montesquieu; ya nadie en su sano juicio piensa en cargos públicos como propiedad personal. Sí me interesa notar que los altos cargos, en los países con bajas tasas de interés y de inflación, conservan el aura —y acaso el karma— de una "tenure" que viene de siglos de tradición. Jean-Claude Trichet en Frankfurt, Luis Moreno Ocampo en La Haya, Sonia Sotomayor y Ben Bernanke en Washington: a cambio de buen desempeño, todos tienen su tenure asegurada. (Observando la crisis del BCRA, el presidente uruguayo Mujica se apresuró en ratificar a una serie de miembros-clave de la administración saliente). Nosotros no tenemos esa tradición, pero no significa que no podamos crearla a nuestra manera. Mi última conclusión: la independencia judicial y la independencia del banco central son dos caras de una misma moneda — la estabilidad de la propiedad. Sin propiedad estable, no puede haber crédito. Lo confirma plenamente el enfoque de tenencia.

Referencias. Jean-Louis van Gelder: "Tenure security in de informele stad in Zuid-Amerika. Wanneer recht en realiteit uit elkaar lopen", Recht der Werkelijkheid, Vol. 30, No. 1, 2009, pp. 27-43. Christopher Crowe & Ellen Meade: "Central bank independence and transparency: Not just cheap talk", Vox, 31 de julio 2008.
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Tuesday, April 27, 2010

AI WEIWEI
"Ai loves China, and it is this affection which drives him to criticize the government" — Jacques Herzog

Por AM

Mi diario de cabecera, el indispensable Financial Times, tiene una notable entrevista al controvertido artista chino Ai Weiwei [foto] [Twitter]. Durante la Contra-Revolución Cultural, su padre —un escritor que había conocido a Mao— fue exiliado a los desiertos de Xinjiang. Su crimen: ser un intelectual burgués. Considerado por algunos como el "Andy Warhol chino", Ai Weiwei expuso este año en el Haus der Kunst en Munich [ver] y asesoró a los arquitectos suizos Herzog & de Meuron para el diseño del estadio olímpico de Beijing. Ai Weiwei es un entusiasta defensor de blogs y de Twitter. Uno de sus tweets dice: "No outdoor sports can be more elegant than throwing stones at autocracy; no melees can be more exciting than those in cyberspace". Sobre el final de la entrevista, Ai Weiwei se refiere a la cuestión de la libertad en China. Quedé como mudo durante unos instantes a leer estas líneas (estabamos tomando desayuno con Claudia y con un hermano mío). Hay mucha libertad en China, dice el artista. Pero hay un problema:

THE LACK OF AN INDEPENDENT JUDICIARY AND STATE LIMITS ON FREE SPEECH ARE FATAL FLAWS.

Ahí lo tiene. Un artista plástico chino condensa a Montesquieu en una simple frase, pronunciada en un restaurant de Hong-Kong entre dos copas de vino italiano. Ai Weiwei piensa que China es como un atleta muy veloz, pero con un problema cardíaco. ¡No puede llegar muy lejos! La enfermedad que lo aqueja es la ausencia de independencia judicial y de libertad de expresión. No se trata de un simple trastorno pasajero, sino de una enfermedad fatal. Ai Weiwei no se refiere a monarquía, comunismo o democracia; no le interesa el locus del poder, sino la manera en que se ejerce.

Inmejorable, Sr. Weiwei.
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Tuesday, April 20, 2010

BOLINGBROKE, MAQUIAVELO & EL "REY PATRIOTA" (LA AUTORIDAD DE LOS "K")
"The good of the people is the ultimate and true end of government" — Bolingbroke

Por AM

Mientras el presidente Lula se reúne con los líderes de China, la India y Rusia [ver], la Sra. Cristina Kirchner viaja a Caracas y se muestra al lado de Chávez, Raúl Castro (el impostor cubano, según el acertado mot de Mariano Grondona), Morales y Ortega. Las imágenes ilustran bien el prestigio relativo de la Argentina y del Brasil. Hojeando las obras de Henry St. John, visconde de Bolingbroke, me encuentro con un interesante pasaje de The Idea of a Patriot King (1735) [ver]. Ya nadie lee a Bolingbroke; hace mucho tiempo que la idea de un poder ejecutivo "por encima" de los partidos dejó de ser creíble. (Hablando de credibilidad, el menos confiable de todos era el propio St. John, uno de los mayores panqueques de la historia política inglesa). Pero esto no impide que algunas de sus ideas todavía tengan interés; Montesquieu lo conoció personalmente, y lo leyó de cerca. Bolingbroke se pregunta si a un rey patriota no le conviene sacrificar parte de sus poderes para asegurar la libertad e incrementar su autoridad. Néstor Kirchner aplicó fugazmente esta idea, cuando optó por auto-limitar sus poderes en lo relativo al nombramiento de jueces de la Corte Suprema. Llegó entonces al máximo de su prestigio. Pero esta capacidad de auto-contención duró muy poco tiempo: la dolcezza della potenzia pudo más. Hoy en día, la pelea de la Sra. Cristina con los jueces y los medios va a contramano del consejo de Bolingbroke. La Sra. no logra entender que al "ganar" espacios de poder, pierde algo mucho más importante: la libertad de la república y la autoridad de la presidencia. Esta vía —advierte el pensador inglés— no lleva a la gloria, onore, sicurtà, quiete y sodisfazione d'animo, sino a la infamia, vituperio, biasimo, pericolo e inquietudine. Éste es el texto:

In the tenth chapter of the first book of Discourses, he [Machiavel] appears convinced, such is the force of truth, but how consistently with himself let others determine, that the supreme glory of a prince accrues to him who establishes good government and a free constitution; and that a prince, ambitious of fame, must wish to come into possession of a disordered and corrupted state, not to finish the wicked work that others have begun, and to complete the ruin, but to stop the progress of the first, and to prevent the last. He thinks this not only the true way to fame, but to security and quiet; as the contrary leads, for here is no third way, and a prince must make his option between these two, not only to infamy, but to danger and to perpetual disquietude. He represents those who might establish a commonwealth or a legal monarchy, and who choose to improve the opportunity of establishing tyranny, that is, monarchy without any rule of law, as men who are deceived by false notions of good, and false appearances of glory, and who are in effect blind to their true interest in every respect: 'nè si avveggono per questo partito quanta fama, quanta gloria, quanto onore, sicurtà, quiete, con sodisfazione d'animo ei fuggono, e in quanta infamia, vituperio, biasimo, pericolo et inquietudine incorrono'. He touches another advantage which patriot princes reap, and in that he contradicts flatly the main point on which his half-taught scholars insist. He denies that such princes diminish their power by circumscribing it: and affirms, with truth on his side, that Timoleon, and others of the same character whom he had cited, possessed as great authority in their country, with every other advantage besides, as Dionysius or Phalaris had acquired, with the loss of all those advantages.
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Monday, April 19, 2010

MORENO, JEFFERSON & EL ABATE BARTHÉLEMY [VERSIÓN MEJORADA]
"... un pequeño estado puede ser formidable por sus virtudes" — Mariano Moreno

Por AM

En mi libro sobre Mariano Moreno analizo en detalle la larga cita de Jefferson en la Gazeta de Buenos-Ayres del 28 de noviembre de 1810. Una mañana de enero 2009, mientras exponía una versión previa del libro, el intelectual estadounidense que me había invitado a conversar sobre Moreno y la Revolución de Mayo se puso pálido al escuchar mi "paralelo Jefferson-Moreno". Entonces comprobé el continuo impacto de la Leyenda Negra de España; mi interlocutor habrá pensado: "¿Cómo puede alguien sugerir que un abogado de un lugar perdido como el Río de la Plata llegue siquiera a los talones de Thomas Jefferson?" Sin embargo, los puntos de interés común son numerosos. Recorriendo las páginas de los excelentes Papers de Jefferson, veo otro interés compartido: el Voyage du jeune Anacharsis en Grèce (1788), la obra del abate Jean-Jacques Barthélemy [ver]. Escribiendo a James Madison desde París, Jefferson comenta las novedades literarias: "We have lately had three books published which are of great merit in different lines. The one is in 7.vols. 8vo. by an Abbé Barthelemy, wherein he has collected every subject of Greaecian litterature, after a labour of 30 years. It is called les voyages d'Anacharsis. I have taken a copy for you, because the whole impression was likely to be run off at once. The second is a work on government by the Marquis de Condorcet, 2 v. 8vo. I shall secure you a copy" [1]. En plena crisis pre-revolucionaria en París, sabiendo que Madison está ocupado con la inminente entrada en escena del nuevo gobierno federal en los Estados Unidos, Jefferson juzga importante mandarle los nueve tomos de Barthélemy y Condorcet.
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Dos décadas después, en la embarcación en la que encuentra la muerte, Mariano Moreno emprende la traducción del Voyage de Barthélemy. Lo hace a pesar de su salud "grandemente injuriada". Según su biógrafo y hermano Manuel, la traducción es del inglés al castellano. Pero Manuel no está muy seguro porque agrega: "Este trabajo hà quedado incompleto, y los Americanos Españoles se veràn todavia reducidos à leer esta importante produccion en el original francès, ò en otros idiomas extrangeros" [2]. Aunque Mariano Moreno domina el francés y el inglés, prefiere traducir del francés: es lo que hace con las Notes on the State of Virginia del propio Jefferson, que cita de la traducción de André Morellet de 1787 (otra novedad que compruebo en mi libro). El hallazgo sobre Jefferson y Barthélemy es en sí mismo de escasa relevancia. Pero forma parte de un pattern: Moreno estudia las mismas obras que los grandes constitucionalistas de la época; nada escapa a su sed de conocimiento; quiere leer exactamente lo que lee Madison en Filadelfia, Jefferson en Monticello, Boissy d'Anglas en París, Jovellanos en España. Nos queda por entender mejor el interés por Jean-Jacques Barthélemy. Mi propia lectura de los Voyages (muy incompleta por cierto) me lleva a la idea del fundador de naciones, central en la concepción de Jefferson, Madison y Moreno. Barthélemy destaca la figura de Licurgo —architecte, grand homme, génie— y su particular estilo de liderazgo: decidido y violento hasta la conquista del poder, modesto y retirado una vez lograda la nueva Constitución.

[1] J. Jefferson Looney (ed). The Papers of Thomas Jefferson, Vol. 14 (Princeton University Press, 1958), p. 437; [2] Manuel Moreno. Vida y Memorias del Doctor Don Mariano Moreno (Buenos Aires: Casa Vaccaro, 1918), p. 262.
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Friday, April 16, 2010

REVOLUCIÓN & TASA DE INTERÉS: THOMAS JEFFERSON
"Aequitas, aequilibrium, aequalitas, sont tous de la même famille" — Volney

Por AM

Como embajador de los Estados Unidos en París, Thomas Jefferson observa los comienzos de la Revolución francesa. El 20 de febrero de 1789, le escribe al barón Geismar: "The revolution in this country (for such we may call it) is going on smoothly, and will I think end in rendering the nation more free and more powerful. Their public stocks have been rising slowly but steadily since the accession of Mr. Necker". Por "public stocks", Jefferson se refiere a los títulos de la deuda pública. O sea: el éxito de la Revolución se mide por la baja en la tasa de interés — esto es lo que convierte a la nación en "más libre y más poderosa". Jefferson conversa largamente sobre estos temas con Volney. Escribiendo desde Filadelfia en enero de 1796, el francés le informa que "Le Systeme de Notre gouvernement est different de celui qu'il etait il y a un an". Volney se refiere, naturalmente, a la Constitución de 1795, con parlamento bi-cameral. En diciembre de 1796, nuevamente desde Filadelfia, Volney comenta: "... nos affaires intérieures Vont bien, la Valeur de Nos biens fonds a doublé en Numéraire en 3 Mois: l'on Vend à terme de 90 jours, chose inouïe depuis 3 ans". Desde el final de la tiranía de Robespierre, y con la aprobación del nuevo regimen balanceado, el precio de los títulos de deuda se ha duplicado; por primera vez en tres años, los comerciantes dan crédito a 90 días. La tasa de interés y la disponibilidad de crédito es el criterio del éxito de una Revolución: interesante idea compartida por dos de los escritores preferidos de Mariano Moreno.

(*) Ver la espectacular colección de The Papers of Thomas Jefferson, Vol. 14 y 29 (Princeton University Press, 1958 y 2002).
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PANORAMA DE LIQUIDEZ GLOBAL
[Liquidez Endógena +102.2%; Liquidez Dolarizada Global +19.8%]

Por AM

- Los "shorts" alimentan la suba. Me impresiona la cantidad de escépticos entre los opinadores profesionales. El otro día un conocido inversor despotricaba en CNBC contra los cuasi-ignorantes que compraban acciones. Le dije a Claudia: "Hmm ... esto no termina bien". El dogmatismo no se lleva bien con los mercados. Siempre que fui dogmático (como en 2000) cometí errores. Como dice Jim Cramer, al final del día tanto los perma-bulls como los perma-bears son ... pigs. Para mí, los datos son claros: con la Liquidez Amplia en +121.9%, los "shorts" no tendrán más remedio que cubrir. Spreads "junk" de 375 bps no se veían desde ... ¡octubre de 2007! Otro caso de dogmatismo, expresado recientemente, fue la idea de "shortear" libras esterlinas por el solo hecho del déficit fiscal en Gran Bretaña — opinión "contable" que ignora la solidez institucional del Reino Unido. Finalmente, veo analistas muy "bullish" sobre la onza de oro. El argumento: la inminente mega-diversificación de reservas internacionales de los camaradas del Banco Popular en Beijing. Asunto a seguir ... Tengo dudas ... [Factors Affecting Reserve Balances]

- De las clases. Ayer di una clase sobre "Credit Markets & the Rule of Law" en la Universidad de Leiden. En poco menos de dos horas, repasamos una gran cantidad de temas: la hipótesis Montesquieu-Galiani-Smith (tasa de interés y gobierno despótico), los últimos datos del FMI y del Banco Mundial sobre el tamaño del mercado de crédito y los indicadores institucionales, la crítica de Hernando de Soto al micro-crédito, etc. La idea es introducir poco a poco las complicaciones del mundo real en el marco del excelente —pero ya viejo— artículo de Horace Brock (*). En una pausa mostré reproducciones de los frescos de Ambrogio Lorenzetti en el Palazzo Pubblico de Siena [ver]. Los estudiantes estaban algo sorprendidos: nada de esto se ve en los programas tradicionales. Pero yo decidí innovar, y el resultado superó mis expectativas. Quedé asombrado por la excelente calidad de las preguntas, y por el interés que el tema generó.

(*) Horace W. Brock: "The determinants of interest rates", en Boris Antl (ed). Management of Interest Rare Risk (Londres: Euromoney, 1988).
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Tuesday, April 13, 2010

TRES NOTAS SOBRE EL JUEZ JOHN MARSHALL. NOTA [1]: EL FALLO MARBURY v. MADISON
"Where is the independency of your Judges?" — John Marshall

Por AM

En estos momentos de grave crisis institucional, parece adecuado repasar la actuación del Juez John Marshall en la Corte Suprema de los Estados Unidos entre 1801 y 1835. Marshall es mencionado, cada vez más, por juristas argentinos [1,2]; la reciente declaracion de la Corte Suprema tiene un claro espíritu marshalliano [ver]. En éste y en nuestro anterior blog fuimos los primeros en llamar la atención sobre la importancia del Juez Marshall. Por esta razón, nos pareció interesante dedicarle un par de entradas. La carrera de John Marshall nos recuerda que la independencia judicial no cae del cielo, y que no existe solamente porque una Constitución así lo establece. ¡La independencia judicial debe ser conquistada!

Nota 1: el fallo Marbury v. Madison
En los primeros años del siglo XIX, la joven república de los Estados Unidos es el escenario de una dura lucha política entre ultra-Federalistas (pro-Inglaterra) liderados por Alexander Hamilton y Republicanos (pro-Francia) conducidos por Thomas Jefferson. En las elecciones presidenciales de 1800, Jefferson "arrasa". Su popularidad es enorme, y el nuevo presidente tiene la intención de gobernar sin trabas de los demás poderes. Pero no todos lo ven así. Antes de abandonar la presidencia, John Adams —un Federalista moderado— ha nombrado a John Marshall (1757-1835) como titular de la Corte Suprema de Justicia. En la Guerra de Independencia, el joven Marshall había peleado al lado de George Washington. Luego estudió abogacía y ejerció durante varios años en Virginia. Es uno de los pocos sureños abiertamente "Federalistas". En 1788, interviene en la convención de Virginia sobre la ratificación de la Constitución. Apoya decididamente el . Cuando Marshall llega a la Corte Suprema en 1801, el alto tribunal carece de gravitación. Sus fallos pasan desapercibidos; no tiene ni edificio propio.

Decididos a confrontar abiertamente al presidente Jefferson, los ultra-Federalistas convencen a una figura de escasa relevancia política, William Marbury, para que presente en la Corte Suprema un requerimiento de mandamus contra James Madison. ¿De qué se trata? En uno de sus últimos actos administrativos, Adams había designado a Marbury como juez de paz para el Distrito de Columbia. Los Republicanos lo ven como un nombramiento político. El nuevo Secretario de Estado, James Madison, ni siquiera se molesta en notificar el nombramiento; por eso Marbury presenta su recurso. John Marshall desearía bajar los decibeles de la disputa; el caso le parece demasiado politizado, y no quiere enfrentarse al ejecutivo. Pero las pasiones desbordan al House of Representatives y al Senado. Finalmente, habrá juicio: la Corte Suprema lo tratará a comienzos de 1803. Para Marshall, el caso Marbury v. Madison representa un dilema. Si rechaza el pedido de Marbury, la Corte Suprema será vista como débil y temerosa frente al poder de la mayoría en el Congreso y en el ejecutivo. La alternativa es dar lugar a la solicitud de Marbury. Pero todo el mundo sabe que —llegado el caso— Madison ignorará olímpicamente la orden del tribunal. Para la Corte, puede ser una humillación desastrosa.

Un fallo "para la civilización"
El fallo Marbury v. Madison resulta histórico, por varias razones. Los más entusiastas biógrafos del Juez Marshall no dudan en calificarlo como una de las horas más felices de la civilización. Yo no iría tan lejos, pero admito que al leerlo por primera vez en 2002 —en plena crisis argentina— me emocioné. Vayamos al asunto. De entrada, Marshall toma una decisión: aprovechará un incidente poco relevante desde el punto de vista jurídico para ofrecer a los ciudadanos de los Estados Unidos "una completa exposición de los principios sobre los cuales se funda la opinión de la Corte". El fallo es una obra maestra por sus vaivenes: algunos fragmentos favorecen a los Federalistas, otros a los Republicanos. Al final, la sorpresa resulta enorme para todos. El primer movimiento parece dar la razón a William Marbury: su cargo constituye un derecho de propiedad. En consecuencia, el Secretario de Estado debe proceder a notificar el nombramiento del juez de paz. Pero no todo el contenido del fallo resulta "anti-Madison". Marshall aprovecha la oportunidad para formular su clásica distinción entre cuestiones políticas y legales.

Hay materias en las cuales el poder ejecutivo tiene una discrecionalidad que ningún tribunal puede poner en duda. Esto es lo que Jefferson hace al confiar el puesto de Secretario de Estado a Madison: en este tema, su discrecionalidad resulta incuestionable. Pero el nombramiento de Marbury (por parte de Adams) no es un acto político; es un acto administrativo sujeto a formas. Por lo tanto, en la medida que niega la notificación, Madison está actuando "en patente violación al derecho" del Sr. Marbury. Cuando todo parece indicar un "triunfo" para los ultra-Federalistas, Marshall vuelve a sorprender. El 24 de febrero de 1803, la lectura del fallo produce un desenlace completamente inesperado. Marbury tiene derecho a su cargo, pero la manera en que solicita su notificación es ... ¡inconstitucional! Marshall destruye la sección 13 del Judiciary Act de 1789. Según el titular de la Corte Suprema, si bien la legislación le da al máximo tribunal el poder de emitir mandamus, NO SE LO DA LA CONSTITUCIÓN. O sea: en el preciso instante en que recorta los poderes de la Corte (que él mismo preside), Marshall establece la AUTORIDAD DE LOS TRIBUNALES COMO INTÉRPRETES DE LA CONSTITUCIÓN. ¡Brillante!
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El fallo es lapidario. El nombramiento del Sr. Marbury es legítimo, pero el mandamus es inconstitucional. ¡La Corte no se lo puede otorgar! Para los que esperaban una clara victoria ultra-Federalisa o Republicana, el fallo es una enorme decepción. ¡NO HAY VENCEDORES NI VENCIDOS! Marshall ha logrado lo que parecía imposible: evitar una confrontación directa con el poder ejecutivo. Ciertamente, Madison parece "ganar" porque Marbury no obtiene el cargo de juez de paz. Pero el Secretario de Estado no podrá darse el lujo de humillar a la Corte Suprema, porque el tribunal acaba de renunciar al poder de emitir mandamus (y Madison estaba dispuesto a ignorar cualquier mandamus favorable a Marbury). En realidad, si hay un triunfador, es el propio poder judicial. Manejándose con sutileza en el peligroso contexto ultra-politizado de 1803, Marshall logra aprovechar un banal episodio legal para dejar sentado el principio de judicial review:

O la Constitución es una ley superior y suprema, inmodificable por medios ordinarios, o está al nivel de los actos legislativos y, como cualquier pieza de legislación, es alterable cuando el legislativo así lo desee. Si la primera alternativa es cierta, entonces una pieza de legislación contraria a la Constitución no es ley. Si prevalece la segunda alternativa, entonces las constituciones escritas son intentos absurdos, por parte del pueblo, de limitar un poder que por su naturaleza es ilimitable ... La jurisidicción y el deber del poder judicial consiste en decir, enfáticamente, cuál es la ley. Esta es la esencia de la tarea judicial. Si dos leyes se contradicen mutuamente, los tribunales deben decidir sobre las operaciones de cada una. La Constitución es superior a cualquier acto del poder legislativo.

Marshall transforma una situación aparentemente sin salida en una victoria para el poder judicial y para la Constitución. Como bien señala el biógrafo Jean Edward Smith, el objetivo del Juez no es iniciar una "cruzada a favor de la supremacía judicial". A lo largo de su carrera, Marshall se esfuerza por respetar la discrecionalidad del poder ejecutivo en cuestiones políticas. Tampoco desea convertir a la Corte en una especie de tribunal constitucional avant la lettre. Lo que sí le importa es restablecer el equilibrio y el imperio de la ley. Termino esta entrada con una referencia al estilo de liderazgo de Marshall. El titular de la Corte siempre ha sido un seguidor de George Washington. Ha peleado junto a él: primero con las armas contra Gran Bretaña, y luego con los libros por la ratificación de la Constitución. Los papeles de Washington le han sido confiados para que escriba la primera biografía del prócer muerto en 1799. Marshall sabe que, en un régimen republicano, la autoridad crece a medida que el poder respeta la ley. Hay momentos en que conviene resignar una cuota de poder para ganar autoridad. Es lo que hace Washington al renunciar a todos sus cargos militares en 1783, y al negarse a la "re-re-elección" en 1796. Y es lo que hace Marshall en Marbury v. Madison. Así nace la noción moderna de independencia judicial.

Recursos. Texto de Marbury v. Madison; Valentin Thury Cornejo. Juez y división de poderes (Buenos Aires & Madrid: Editorial Ciudad Argentina, 2002); Jean Edward Smith. John Marshall. Definer of a Nation (Nueva York: Henry Holt, 1996); "Marbury v. Madison" en Wikipedia.
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Sunday, April 11, 2010

¡LAS IDEAS AVANZAN!
"Il n'y a qu'une vertu, c'est la justice" — Denis Diderot

Por AM

- ¡Las ideas avanzan! Leí con gran satisfacción la entrevista de Laura Zomer a Ricardo Recondo, presidente de la Asociación de Magistrados y Funcionarios de la Justicia Nacional. La nota refleja una serie de puntos: (a) la expresión "independencia judicial" es utilizada en lugar de la arcaica "independencia del Poder Judicial"; (b) la idea (ligada a la anterior) del juez "independiente de sí mismo"; (c) la mención al liderazgo de John Marshall; (d) la importancia de diversas instituciones independientes (todo se derrumba sin libertad de prensa). La conclusión para mí es obvia: las ideas de Frenos & Contrapesos —y del pequeño libro sobre Mariano Moreno— se están difundiendo. No estoy diciendo que el Sr. Recondo lee el blog; pero está claro que existen canales informales de transmisión y que las ideas más importantes están circulando. ¡Excelente!

- Sobre la economía política del caos institucional. Otra nota de La Nación aporta datos interesantes: "Néstor Kirchner no tiene plan para la inflación y no hará nada para frenarla ... Preocupa ver a los gremios envalentonados con pedidos salariales. 'Van a sobrar los dólares por la cosecha, así que el tipo de cambio va a quedar quieto: eso significa que todos los aumentos de sueldo van a ser en dólares', se quejó un industrial". ¡Bingo! La ausencia de independencia judicial encarece el costo del capital; la ausencia de un BCRA independiente agrava las presiones inflacionarias (y salariales). Ninguna economía puede sostener —**simultáneamente**— un alto costo del capital y un alto costo de la mano de obra sin un brusco aumento del desempleo. El renovado "boom" de liquidez global es la única esperanza de los "K"; pero Grecia nos muestra los riesgos de esta estrategia.

- Wilhelm von Humboldt en París. El futuro estadista prusiano (y hermano del gran científico) pasa unas semanas en París a comienzos de 1799. Se reúne con la viuda de Condorcet, con el hijo de d'Holbach, con Mme. de Stäel. Lee a Diderot en la edición de Naigeon, y detecta dos temas importantes en la obra del enciclopedista: la importancia del estilo lleno de "pasión y brillo" (Leidenschaft und Glanz) que tanto impacto está por tener sobre Mariano Moreno en Chuquisaca; los riesgos de la no-especialización. Sobre este último punto, el alemán remata de manera fulminante: Er weiss viel Sachen, aber keine recht. ¡Durísimo! Luego viene el imperdible mot sobre Napoléon. Humboldt relata la definición del Girondino Honoré Riouffe sobre "Buonaparte": C'est un grand citoyen, mais ce n'est pas un concitoyen. Inmejorable. ¡Y esto a comienzos de 1799! [Gesammelte Schriften, Vol. 15. Berlin: B. Behr, 1918]
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- Los franceses y la división del poder en Montesquieu. La mayoría de los analistas franceses están enojados con lo que consideran una simplificación abusiva del capítulo 6 del Libro XI del Espíritu de las leyes. Tienen razón: Montesquieu nunca menciona la "división de poderes". El poder legislativo es parcialmente ejercido por el ejecutivo vía el poder de veto; el legislativo aprueba o rechaza nombramientos del ejecutivo (y controla su tarea). Etc, etc. Desde Althusser a Étiemble, los franceses protestan por una simplificación que atribuyen a lectores ... americanos. (Ni Madison ni Adams cometieron el error). Acaso la mejor conclusión sea la de Simone Goyaud-Fabre: "La division du pouvoir n'implique pas la séparation des pouvoirs". O sea: ni "división de poderes", ni "separación de poderes" son expresiones correctas. Habría que decir: "división del poder". [R. Étiemble: "Montesquieu (Charles de) 1689-1755", Encyclopaedia Universalis, 1976, Vol. 11, pp. 301-304, ][Simone Goyard-Fabre. La philosophie du droit de Montesquieu. Paris: Klincksieck, 1979]
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Friday, April 9, 2010

EL ESPÍRITU DE ERASMO
"De geest van Erasmus" — Johan Huizinga

Por AM

- Panorama de Liquidez Global. Hay interesantes novedades en materia de liquidez global. Por un lado, el Índice de Liquidez Endógena (ELI) continúa reflejando la nítida mejora en la economía mundial. El ELI está en el nivel (no tasa de variación) máximo desde diciembre de 2007. Algo similar ocurre con nuestro **PRONOSTICADOR ESTRELLA**, el spread Moody's Baa, y con los notables spreads "junk": a 244 y 380 bps respectivamente, operan en los mínimos niveles desde noviembre de 2007. Por otra parte, el ratio platino/oro —nuestro proxy a tiempo real de la economía global— se encuentra en el nivel más alto desde la crisis de Lehman Brothers (1.50). En cuanto a la Liquidez Dolarizada Global y al proxy de la base monetaria en los Estados Unidos, sus tasas de variación (+19.6% y +27.1% respectivamente) son las mínimas desde el último trimestre de 2008, cuando empezó el "festival" de emisión monetaria. Damas y caballeros: estamos en presencia de otra señal de normalización de la cartera de activos de la Fed. ¿Será también lo que explica la relativa firmeza del dólar contra el euro y el yen? No me atrevo a ir tan lejos. [Factors Affecting Reserve Balances]

- Dudley & los índices de condiciones financieras. Estoy enormemente satisfecho con lo "hecho" por mi Índice de Liquidez Endógena. Naturalmente, como buen lector de la Biblia, espero ser "testeado": ¿Qué valor tendrán los datos en un downturn? ¿Me ayudarán a pronosticar el próximo bear market? No lo sé. De todas maneras, recomiendo esta intervención de William Dudley, ex-economista de Goldman Sachs y ahora presidente de la Reserva Federal de Nueva York. Gran usuario de índices de condiciones financieras, Dudley piensa que tienen más valor que los agregados monetarios. ¡100% de acuerdo! Es también mi experiencia de los últimos tres años: "Financial conditions also appear to have become more important in terms of their influence on business cycles ... If the economy is more stable, then market participants will have more appetite for risk. This works fine during the expansion stage, when growth is relatively stable. However, when a recession finally arrives, it is a bigger shock than when recession were more frequent. This surprise results in a more substantial adjustment in financial conditions." [William Dudley: "Financial conditions indexes: a new look after the financial crisis", University of Chicago Booth School of Business, 2010]

- Sobre la independencia del banco central. La independencia del banco central responde a los mismos separation-of-powers arguments que justifican la independencia judicial: eficacia, imperio de la ley y rendición de cuentas (*). Un banco central funcionando como "alter ego" del ejecutivo tendrá escasa competencia técnica, generará una excesiva concentración del poder, y será poco transparente. Crowe y Meade miden la independencia de facto (y no de jure): la frecuencia de cambios del presidente del banco central. Desde la creación del BCRA en 1935, ningún presidente cumplió su término (que yo sepa). ¿Cómo no va a haber inflación? Por su parte, Dincer y Eichengreen analizan el impacto de la transparencia del banco central y encuentran "broadly favorable if relatively weak impacts on inflation and output variability". [Christopher Crowe & Ellen Meade: "Central bank independence and transparency: Not just cheap talk", Vox, 31 de julio 2008] [Nergiz Dincer & Barry Eichengreen: "Central Bank Transparency: Where, Why, and with What Effects?", NBER Working Paper No. W 13003, 2007]

- Johan Huizinga & Erasmo. En mi auto-impuesto programa de lectura en holandés, me toca el notable libro del historiador Johan Huizinga: Nederland's beschaving in de zeventiende eeuw (Haarlem: Willink & zoon, 1956). A los holandeses les sorprende esta lectura, porque el idioma cambió mucho —es impresionante como el idioma holandés se ajusta tan rápidamente a la modernidad— y Huizinga sigue utilizando el dativo y el genitivo (como en alemán). Yo les contesto: a mí me da lo mismo, total sé mucho menos que Ustedes. Una idea de Huizinga me llamó particularmente la atención. El historiador rinde homenaje al calvinismo como fuerza motriz de la lucha por la independencia contra España (1568-1648). Pero afirma que Holanda logra (felizmente) sobreponerse al fanatismo religioso del ultra-calvinista Mauricio de Orange. La razón: prevaleció de geest van Erasmus — el espíritu de Erasmo. ¿Cuál es este espíritu? Seriedad en lo religioso, pero sin abandonar jamás la sed de conocimiento y de innovación. ¡Excelente! Huizinga concluye: ni Vondel, ni Hugo Grocio, ni Rembrandt, ni Spinoza —grandes representantes del Siglo de Oro— eran calvinistas.

(*) W. B. Gwyn. The Meaning of the Separation of Powers (New Orleans: Tulane University Press, 1965).
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Friday, April 2, 2010

COSAS VISTAS ...
"Freie und revolutionnaire Stellen" — Wilhelm von Humboldt

Por AM

- Animales "gay", o cómo cambia la cultura política. Hace unos meses publiqué dos entradas (1,2) sobre la manera en que cambia una cultura política. Mencioné una lista de casos: devastadora derrota militar, fusión por absorción, incorporación a una unión, liderazgo fundacional, conectividad, extensión del derecho de propiedad, y descubrimientos científicos. Un ejemplo de este último caso: los animales "gay". Resulta que hay albatroses "lesbianas", orangutanes machos que practican fellatio, delfines "sodomitas", etc. A finales de los 1740s, Denis Diderot llega a su radical sentido de la igualdad ante la ley por su estudio del mundo natural (y le transmite a Mariano Moreno su odio visceral de las jerarquías, los títulos y los honores). Ahora la homosexualidad se acepta cada vez más como un fenómeno natural; los descubrimientos científicos cambian la cultura política. [Jon Mooallem: "Can animals be gay?", The New York Times]
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- Notas de Hume. David Hume toma notas sueltas para un cuaderno de trabajo (*). [1] Sorpresa porque Maquiavelo no muestra interés por el comercio: "There is not a word of trade in Machiavel, which is strange, considering that Florence rose only by trade". [2] La brecha entre buenos y malos gobiernos: "Within the last two hundred years, almost all the despotic governments of the world have been improving, and the free ones degenerating; so that now they are pretty near a par". ¿No es acaso lo que está sucediendo hoy mismo? Hay claras escenas de des-gobierno en países de la OCDE, y de importantes mejoras en BRICs y otros; lo podemos medir por el spread de bonos: rendimiento de emergentes 6.43% [ver] MENOS rendimiento de Treasuries 3.86% [ver] = 2.57%. ¡Notable! El dato le hubiera agradado a Don David, atento observador de las tasas de interés. [3] Preocupación por las formas legales: "The 30 tyrants killed about 1500 citizens untried". [4] Equilibrio de poder con distintas personalidades en el ejecutivo: "There must be a balance in all governments; and the inconvenience of allowing a single person to have any share is, that what may be too little for a balance in one hand will be too much in another". No es lo mismo darle super-poderes a Fernando de la Rúa que a Néstor Kirchner.
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(*) David Hume: "Extracts from a collection of Memorandums", en John Hill Burton: Life and Correspondence of David Hume (Edimburgh: 1848).
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